Los cirujanos del Hospital Universitario de Maracaibo permanecieron a oscuras durante 30 minutos tras un apagón que comenzó a las 6.15 de la tarde y dejó sin servicio eléctrico a todo el centro asistencial. Los médicos realizaban tres operaciones en los pabellones del quinto piso del área de adultos cuando quedaron a oscuras.
Isamar Cristina Prieto/Diario La Verdad
Con linternas y las luces de los teléfonos celulares, los galenos salvaron las vidas de sus pacientes. En el pabellón J realizaban una intervención de Neurocirugía; en el K, de Traumatología y en el B una cirugía de emergencia. “Uno de los cirujanos suturaba en el momento que ocurrió la falla, no podía detenerse. El resto del equipo lo apoyó con las luces de los teléfonos y así fue que resolvieron. Sin luz no se ve nada y los médicos no saben lo que están haciendo”, contó uno de los empleados del HUM, quien solicitó preservar su identidad por temor a represalias.
El personal del hospital estaba asustado, intentado socorrer a los pacientes cuyo estado de salud fuera el más susceptible. Se evitaron consecuencias peores debido a que las máquinas de anestesia tenían suficiente carga. La medida de contingencia improvisada de los médicos de la sala quirúrgica B duró hasta las 6.30 de la tarde, cuando en el piso de cirugía se restableció el servicio progresivamente.
Para la comunidad del Universitario, estas fallas eléctricas generan un riesgo en la vida de sus pacientes y en la responsabilidad de su labor. “No nos avisan lo que sucede. Si no tenemos posibilidad de ventilar a los enfermos con los equipos, tenemos que recurrir al mecanismo manual y es peligroso”, objetó el empleado del recinto. Acusó que sumado a la reactivación de las plantas generadoras de energía, muchas de las maquinarias médicas no reciben mantenimiento mensual desde hace dos años.
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