La jefa de Estado suspendida de Brasil, Dilma Rousseff, afirmó hoy que el audio en el que un ministro del presidente Michel Temer sugiere que pretendía obstruir las investigaciones en la estatal Petrobras constata que el nuevo Gobierno es “golpista”.
“Si alguien aún no tenía certeza de que hay un golpe en curso basado en el desvío de poder y en el fraude, las declaraciones fuertemente incriminatorias sobre los reales objetivos del impeachment (juicio político) y sobre quién está detrás de él, elimina cualquier tipo de duda”, dijo Rousseff en un discurso durante un congreso de agricultores.
Rousseff aludió así a la grabación divulgada hoy de una conversación del ministro de Planificación, Romero Jucá, grabada en marzo, en el que sugería que si Temer asumía el poder en lugar de Rousseff se podría “frenar” la investigación en Petrobras.
El escándalo, que fue destapado por el diario Folha de Sao Paulo, llevó hoy a Jucá a separarse del ministerio hasta que la fiscalía se manifieste sobre si existe alguna ilegalidad en esas declaraciones.
En opinión de Rousseff, la grabación deja “claro el carácter conspiratorio y golpista” del nuevo Gobierno y también, su “modus operandi”.
En la grabación, Jucá afirma que “tiene que cambiar el Gobierno para estancar esa sangría”, en relación a las investigaciones del caso Petrobras, que salpican a medio centenar de políticos de diversos partidos.
Asimismo, sugiere que si Temer asumiera el poder, sería posible un “pacto” para “delimitar” la acción de la justicia en torno a ese caso.
Rousseff reiteró que continuará “luchando en todas las dimensiones posibles” para tratar de volver al poder “de una forma o de otra”.
La mandataria fue apartada del cargo el pasado 12 de mayo, cuando el Senado aprobó la apertura de un juicio político con fines destituyentes, que puede alargarse hasta 180 días.
Si al final del proceso Rousseff es absuelta, recuperaría el cargo y si es destituida, Temer completará su mandato que termina el 1 de enero de 2019. EFE