La diputada a la Asamblea Nacional y dirigente de Cuentas Claras, Dignora Hernández aseguró que la actual situación de Venezuela es un desastre social que angustia, arrasa y enferma a la familia que merece la atención del mundo.
Hernández manifestó “cuando los camaradas de Maduro (Unasur) proponen nuevamente dialogar, debemos necesariamente preguntarle dos cosas ¿Hablar de qué y para qué? Lo que existe en el país no es un gobierno sino una tragedia institucional, ha sido ‘largo, duro y difícil’ calarse a estos señores desde que se inventaron el fantasma de la guerra económica para asustar a la población, pero se les volteo el santo y les salió el espanto del revocatorio, ese es el espectro que les quita el sueño, ante la proximidad de un nuevo gobierno saben que tendrán que rendir las cuentas pendientes por haber quebrado al país y negarle su legitimo derecho a rectificar su camino por la vía democrática”.
La dirigente de la tolda naranja destacó que cada vez que un vocero oficial abre la boca es para amedrentar, manipular y para mostrar como nuevas las viejas formulas del recetario socialista, que a su juicio no funcionan. “En Venezuela el problema no está en hablar o no con el gobierno, no es suficiente concretar una agenda ‘en favor de la paz y la justicia’, el asunto está en precisar si el gobierno está dispuesto a bajarse del ring y soltar el mazo, sin disposición oficial para encontrar soluciones a la crisis que nos agobia, no habrá diálogo posible, basta de ensayos, nuestra gente tiene hambre y con justificaciones, amenazas y tácticas dilatorias los venezolanos no llenamos las neveras”.
La parlamentaria explicó que aún cuando el diálogo tiene varios detractores, dice estar convencida que “el problema no es el diálogo sino los dialogantes, el diálogo no es malo en sí mismo, este supone un intercambio de ideas y de opiniones en el que se construya un espacio de soluciones y no de imposiciones de las partes, es propio de sociedades civilizadas, pero requiere capacidad para aceptar que no existe una sola manera de ver las cosas y que todos los puntos de vista incluyendo el propio tiene limitaciones”.
Recordó que las últimas experiencias demostraron que desde el Ejecutivo se ha utilizado el diálogo como estrategia de disuasión, como mecanismo de control que le permite calmar las aguas para que no se incremente el conflicto social, pero nunca para resolver la raíz del problema, su actuar ha estado signado por intereses oscuros no alineados con los del país.
Enfatizó que un llamado para que las partes políticas se reúnan a hablar no puede ser precedido por ofensas, vejaciones y detenciones como la ocurrida con el jefe de seguridad del presidente de la AN, comisario Coromoto Rodríguez, “eso es incoherencia entre lo que dicen y hacen desde el gobierno, llaman a diálogo, pero intimidan al Poder Legislativo, mientras que olvidan deliberadamente que de golpes, ofensas, arremetidas contra manifestantes, agresiones a diputados y líderes de oposición” tienen su historial.
Por último, la diputada Dignora Hernández finalizó haciéndole un llamado a los dirigentes del Psuv, incluyendo a Nicolás Maduro “reconozcan de una vez por todas los desaciertos de su gestión, ganen al menos una de todas las guerras: la de la de la ignorancia y la soberbia. Comprométanse con el pueblo y no con sus camaradas, respóndanle al menos a quienes lo eligieron, los mismos que esperan que corrijan sus errores, sepan que ellos también tienen hambre y quieren revocatorio”.