La oposición venezolana se manifestó este miércoles en las calles para presionar por un referendo revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro, y llamó a los militares a hacer respetar la voluntad popular advirtiendo que no quiere un golpe de Estado.
AFP
Acogiendo un llamado del excandidato presidencial Henrique Capriles, medio millar de opositores se concentraron frente a una corte del este de Caracas para rechazar su decisión de restringir las protestas frente al Consejo Nacional Electoral (CNE), ante el cual se tramita el revocatorio.
Las manifestaciones ante los tribunales fueron convocadas en una veintena de ciudades. En el oeste de Caracas, policías y militares con equipos antimotines aumentaron su presencia en dos vías de acceso al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), aunque no hubo movilizaciones hacia ese sector.
La medida ordena a la fuerza pública resguardar las instalaciones del CNE de “protestas no autorizadas”.
Ondeando una bandera grande de Venezuela, los manifestantes exhibieron carteles que denunciaron la grave escasez de alimentos y medicinas.
Durante mayo, los partidarios de la mesa de la Unidad Democrática (MUD) -que controla el Parlamento- intentaron dos veces sin éxito marchar hacia la sede central del CNE en Caracas, al ser bloqueados por piquetes policiales y militares.
Su objetivo era exigir al CNE -según la MUD controlado por el gobierno- no dilatar la revisión de unas firmas entregadas el 2 de mayo para activar el referendo, primer paso de un largo y complejo proceso. Esa fase culminará el 2 de junio.
Las movilizaciones son consideradas por la MUD su principal arma de presión para el referendo contra Maduro, elegido por seis años hasta 2019, y quien considera “inviable” el mecanismo.