Como es costumbre en los gobiernos autócratas en el mundo, a través de la manipulación pretenden que el 85% de un pueblo que está desesperado, con hambre y enfermo, caiga en la trampa de las coartadas que emplea el gobierno para hacer ver que son víctimas de una conspiración internacional que persigue la intervención de nuestro país, cuando todos sabemos, que el único responsable de todo este descalabro económico y social es Nicolás Maduro y su pandilla, porque producto de la corrupción de una cúpula militar cívica, se robaron millones de dólares que eran para la compra de alimentos, medicinas, repuestos y otros rubros imprescindibles en el desenvolvimiento diario de los venezolanos; y ahora con su cara bien lavada, nos dicen que no hay dinero, y que nos sometamos a políticas de antaño para salir de la crisis, como siembras urbanas, gallineros verticales, venta de bolsas de comida por los CLAP, y una serie de barrabasadas que lo que traen es más corrupción y no paran el hambre del pueblo.
No obstante, Venezuela está en el ojo del huracán internacional, y no podemos catalogar de injerencia extranjera, la preocupación que produce al hemisferio y a la región, la caída estrepitosa de la política venezolana, debido al manejo abusivo, inconstitucional y represivo del poder, de quien hoy ostenta la presidencia de la República, cuyas acciones totalmente autoritarias, impiden el desenvolvimiento en condiciones de legalidad de un Estado democrático, federal y de derecho.
Maduro a través del uso de los poderes del Estado, se niega a convocar un referéndum revocatorio, que sin lugar a dudas, en una sociedad tan polarizada como la nuestra, significa una herramienta perfecta para que el pueblo sea quien decida, cuál es el destino político de nuestro país. Pues bien, este gobierno pretende perpetuarse en el poder a como de lugar, utilizando la violencia, la represión, cárcel y persecución para evitar lo inevitable, y es que más temprano que tarde, la voluntad del pueblo se impondrá como se establece constitucionalmente, por encima de los órganos del Estado y de sus gobernantes.
La última de Maduro es que amenazó con denunciar a la directiva de la Asamblea Nacional por usurpación de funciones constitucionales del Presidente de la República, todo porque se ha solicitado un derecho de palabra ante la OEA, para narrar en detalles lo que el mundo conoce, que no es otra cosa que el secuestro político, económico y social que pretende este gobierno autócrata y autoritario al pueblo venezolano.
Hay que reconocer el valor demócrata de Luis Almagro, Secretario General de la Organización de Estados Americanos, quien solicitó que se invoque la Carta Democrática a Venezuela considerando que se ha alterado el orden constitucional, lo que en modo alguno significa la intervención de nuestro país, como ha querido desvirtuar Nicolás Maduro, al señalar que esto es un acto de injerencia y ha convocado a una rebelión de “masas” frente a las amenazas internacionales. No me jodas Nicolás, estamos hartos de tus manipulaciones, del doble discurso y de la hipocresía con que haz desgobernado Venezuela, porque hablas de diálogo y antes de cualquier negociación pretendes fusilar y aniquilar a la disidencia, hablas de paz, y tu verbo incendiario dice lo contrario, hablas de democracia, y ya asumes dotes de dictador, hablas de amor y tu odio te ha llevado a destruir al país.
Hemos llegado al llegadero, las cartas están echadas y la careta de demócrata ya se te cayó. Hoy el Consejo Permanente de la OEA, ha convocado a una sesión para tratar el caso de Venezuela. Muchos países que integran esta organización, están del lado del pueblo venezolano y no de su verdugo. Ha llegado la hora de fijar posición y decir de qué lado estamos, aquí no caben guabinas ni oportunistas, aquí llegó la hora de actuar en función de un pueblo que muere de hambre y mengua por una política tirana, corrupta, inepta e inmoral.
Desde la Asamblea Nacional, hemos pedido a los pueblos hermanos que no nos dejen solos y no nos den la espalda, porque lo que hoy vivimos es realmente una tragedia histórica que vamos a superar, porque la fuerza de este pueblo gallardo y valiente, está por encima de cualquier ultraje o aberración que pretenda Maduro y su gobierno. Los venezolanos estamos en rebelión y exigiendo justicia, porque no podemos continuar en este atolladero que amenaza con aniquilar a la sociedad en su conjunto. Así que No me jodas Nicolás, no tenemos miedo y este pueblo unido te revocará de ese mandato oportunista que heredaste y que nunca te perteneció.
Ismael García
Diputado a la Asamblea Nacional
PJ-Unidad Democrática
@ismaelprogreso