La Organización de Estados Americanos se comportó como un club de jefes de Estado al suscribir sus 34 miembros la declaración en apoyo a un diálogo entre el Gobierno y la oposición, eludiendo con esto ir al fondo del problema que está afectando a Venezuela, que no es otra cosa sino una crisis humanitaria. Estamos viviendo una emergencia social muy profunda, que los gobiernos a través de sus cancillerías deberían haberlo asumido plenamente. Los embajadores ante la OEA utilizaron el pretexto de la no injerencia en los asuntos internos de los países, cuando la defensa de los derechos humanos debe ir más allá de una simple formalidad, por cuanto el derecho internacional humanitario y el derecho internacional de derechos humanos está por encima de las formalidades política, porque en Venezuela hay hambre y se está muriendo la gente por falta de medicinas y alimentos, sostiene el parlamentario y exembajador jubilado Walter Márquez.
Nota de prensa
Recalcó el también historiador que la crisis humanitaria y la emergencia social profunda por la que atraviesa Venezuela en la actualidad, en la que la escasez de alimentos y medicinas pone en alto riesgo la vida de los grupos sociales más vulnerables de la población, requiere la intervención de la comunidad internacional y nacional.
Indicó que no se cumplieron las expectativas que había alrededor de la posición que asumieran países como Brasil, Argentina entre otros, en la sesión del Consejo Permanente de la OEA y solo eludieron la profunda crisis. “Esta propuesta de diálogo va a ser utilizada por el régimen de Nicolás Maduro como una táctica dilatoria, y mientras tanto la crisis se profundiza y se prolonga. No podemos esperar más, tenemos que actuar, y en ese sentido el mensaje internacional de la declaración de la OEA es de que debemos resolver internamente en el país nuestra crisis, porque ante esta situación debe haber una gran movilización nacional como lo garantiza la Constitución de la República”.
— El tema es global, sistémico, integral. No se va a resolver el problema de las universidades nacionales que están reclamando reivindicaciones, ni se van a activar los comedores, ni se van a nivelar las becas si no hay cambio de gobierno y un cambio de modelo político; los transportistas no van a resolver su situación si no hay cambio de gobierno, no va a ver cauchos, baterías ni repuestos, lo mismo pasa con el sector agrícola, empresarial, industrial, con la salud, no va a ver insumos en los hospitales si no hay cambio de modelo, cambio de gobierno, señaló Márquez.
“La resolución de la OEA fue diplomática, ambigua, que si bien hace una radiografía que desnuda al régimen de la crisis que estamos viviendo, sus 34 miembros no fueron contundentes en exigir que se empezara por asumir la crisis humanitaria que es la más importante. Nuestra crisis política pasa a un segundo plano frente a un cuadro de un pueblo que está pasando hambre y que se está muriendo por falta de medicinas e insumos clínicos”.
Maduro: inculto e irrespetuoso
Explicó que la posición asumida por Nicolás Maduro al conocer del anuncio del secretario general de la OEA, Luis Almagro, de solicitar la aplicación de la Carta Democrática, se puede analizar desde el punto de vista psicolingüístico, es decir, el análisis sicológico de una persona de acuerdo a su lenguaje, pues “a partir de allí Maduro demostró lo que es: un hombre inculto e irrespetuoso. Cuando él dice que se metan por cualquier lado la Carta Democrática, esa es la apreciación que él tiene de lo que es este instrumento internacional, lo cual lo convierte al jefe de estado en un dictador tirano, porque la misma fue suscrita por todos los países incluyendo Venezuela, así que no le podemos pedir otra cosa a Maduro, él realmente es uno de los gobernantes más incultos e incapaces de la historia venezolana”.
Manifestó el legislador jubilado y exembajador que hay quienes se muestran optimistas frente a los resultados, y otros que “creemos que eso fue un saludo a la bandera por parte de los países miembros de la OEA, aunque se hable de un diálogo sincero habría que ver en qué términos se expresa ese diálogo con un presidente inculto e irrespetuoso, en otras palabras, considero que debemos continuar con las acciones internacionales, pero igualmente profundizar las acciones nacionales dentro del marco constitucional a través de una gran movilización nacional”.
Aseguró Walter Márquez que de esta crisis en Venezuela salimos cuando todos los sectores: médicos, abogados, economistas, trabajadores, transportistas, agricultores, deportistas, amas de casa, sectores religiosos, estudiantes, todos en general nos movilicemos para lograr que este régimen llegue a su fin. Ese es el reto y el compromiso que tenemos los tachirenses y los venezolanos”.