El acné es una enfermedad tan frecuente que es motivo de la cuarta parte de las consultas médicas dermatológicas y es padecida por un 85% de los adolescentes y adultos jóvenes. Esta afección de carácter inflamatorio tiene su origen en la unidad pilosebácea, que no es más que el conjunto de la glándula sebácea y el folículo piloso (donde nace el vello), en el cual se producen las lesiones en la piel que clínicamente los especialistas definen como comedones, pápulas, pústulas, nódulos e incluso cicatrices.
Nota de prensa
Principalmente las lesiones tienden a ubicarse en rostro, pecho y espalda, según la gravedad y en casos menos frecuentes pueden conseguirse en glúteos, brazos, muslos y áreas inguinales. Algunos pacientes pueden presentar un cuadro severo de acné, lo cual requiere un tratamiento más complejo y extenso. Aunque no discrimina por sexo, afectando a hombres y mujeres por igual, son las segundas quienes se preocupan más por buscar las soluciones y de forma más temprana. Y en el caso de la edad son los hombres quienes más sufren en la adolescencia por esta patología o entidad.
Desde el punto de vista clínico si el acné no es tratado oportunamente puede dejar secuelas de por vida como cicatrices. En cuanto al área psicológica puede originar afectación de la autoestima, depresión, rechazo social, aislamiento e incluso bullying. El tratamiento es amplio y abarca desde procedimientos tópicos sencillos y medidas generales de higiene, a manejos más complejos, como tratamiento sistémico antibiótico y la aplicación tópica y estructurada de productos dermatológicos. Es bueno recordar que el uso indiscriminado de antibióticos puede generar resistencia.
Es importante que el paciente tenga en cuenta que el especialista indicado e idóneo para tratar la piel, el órgano más extenso del organismo, es el dermatólogo. Aunque la herencia también puede ser un factor que predisponga a la aparición de la inflamación y su gravedad, si se acude oportunamente y se suministra un tratamiento apropiado se pueden evitar las formas más graves e irreversibles de la enfermedad.
Las personas que sufren de acné deben evitar la manipulación de las lesiones, la automedicación o imitar los tratamientos de conocidos o amigos, deben acudir al dermatólogo y finalmente tener la paciencia y disciplina respecto al tratamiento. A pesar de que la alimentación es un tema controversial en esta enfermedad, se sugiere evitar los azucares refinados y el consumo de grasas, lo cual tarde o temprano provoca un beneficio en el paciente afectado.