Pleitos y sangre acompañan la espera por comida en los Mercales de Puerto La Cruz

Pleitos y sangre acompañan la espera por comida en los Mercales de Puerto La Cruz

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En lo que va de año se han suscitado varios incidentes en diferentes establecimien­tos de la red Mercal del estado Anzoátegui. Así lo reseña eltiempo.com.ve / M. Matute / D.Parra

Desde Mesones, en Barcelona, hasta San José de Guanipa, el equipo reporteril de El Mío ha reseñado varias trifulcas, force­jeos e incluso embarazadas que han parido en una fila esperando por comida.

El primer hecho violento de 2016 ocurrió en el sector Meso­nes de Barcerlona.

Las colas, en ocasiones, son interminables. Así lo aseguró Margarita Ruiz, habitante de La Ponderosa, quien salía de comprar detergente un martes de enero.

Margarita ha estado allí cuando llegan los productos más escasos de la cesta básica, que es cuando se forman las “tánga­nas”.

“¡Mosca! No te colees por­que aquí la gente ya no anda jugando carritos. Te apuñalan y listo”. En tono de juego le decía un hombre de bluyín y camiseta a una mujer, quien le respondió con una carcajada. Eran vecinos de Mesones.

Y es que Samuel Alberto Calma, un obrero de 24 años de edad, fue asesinado de una cuchillada en el pecho, cuando salía de hacer compras.

Por eso la broma cruel en la fila de Mercal.

La semana antes del homici­dio de Calma, supuestamente, se suscitó una riña donde le rom­pieron la cabeza a un usuario con un arma blanca.

Además, la mujer contó que una doña perdió una uña del pie, entre empujones y gritos.

Dentro del expendio de alimentos estaba la responsable del módulo, Johana Chirinos, quien mencionó que la escena de violencia que ocurrió el pasa­do 11/1 era primera vez que se daba en ese local.

“Estamos en una barriada y eso seguro fue por problemas personales y no por la cola que había. Aquí nunca ocurre eso”.

Sin embargo, con la redac­ción de El Mío se comunicó una señora, quien prefirió omitir su identidad, para informar que en las colas de ese Mercal se vive un infierno.

Luego, el 4 de febrerro, un niño de 48 días de nacido sufrió traumatismo, después de que cayera de los brazos de su madre en una cola que hacía en un Mercal a cielo abierto, que se realizó en el Parque Fernando Peñalver de Guanipa.

Al parecer, la mujer fue em­pujada mientras estaba en una larga fila para comprar arroz, que momentos antes había sido descargado de un camión cava.

La venta fue controlada por la Guardia Nacional Bolivariana (GNB).

Las historias de acuchillados en las filas de la red de abastos gubernamental también se han vuelto cotidianas.

Un joven recibió una puñala­da en el pecho el pasado 26 de mayo en una, mientras espe­raba para comprar en el sector Chaguaramos de El Tigre.

El joven se enfrentó a un grupo de sujetos, quienes intentaban colearse mientras él esperaba para adquirir harina y azúcar.

Conatos

Los intentos de agresión du­rante las colas también se han convertido en una constante.

Uno de los casos más recien­te fue el que ocurrió el pasado 9 de junio en Campo Oficina, municipio Simón Rodríguez.

Las personas se aglomeraron en el comerico en busca de harina de maíz precocida.

“Yo estaba desde anoche en la cola y en la mañana llega­ron los guardias a dejar pasar 100 personas de sus amigos, a quienes les vendieron dos pa­quetes de harina, y a los demás les dejaron una o nada”, relató el usuario Frank Mejías.

Otro caso de violencia durante las colas llegó a la Fiscalía y fue el que sucedió en la población de Cariaco, estado Sucre, donde un joven falleció, el pasado 11 de junio, y en el cual la población salió enarde­cida a la calle.

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