El presidente de Paraguay, Horacio Cartes aceptó este lunes la renuncia de su jefe antidrogas, Luis Rojas, destituido tras un procedimiento de búsqueda de narcotraficantes que terminó con el ataque por error a un empresario y la muerte de su hija de tres años.
AFP
“Debo asumir la responsabilidad política de lo que sucedió”, dijo Rojas a periodistas al anunciar su salida del cargo con rango de ministro de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad).
El funcionario admitió que sus agentes usaron “una violencia extrema e injustificada” al atacar el pasado sábado en horas de la tarde el vehículo del empresario azucarero Ulrico Zanotti, incidente en que murió su pequeña nieta de un disparo en la cabeza.
El tío de la víctima, que también viajaba en el vehículo que se desplazaba cerca de su propiedad, a 30 km al sureste de Asunción, recibió balazos en los pulmones y el riñón, mientras que otro disparo le pasó de refilón cerca a la cabeza.
Una fiscal ordenó la captura de nueve agentes que participaron del operativo a quienes imputó por supuesto homicidio doloso.
El suceso, que impactó en la opinión pública, provocó inmediatamente movilizaciones ciudadanas de protesta.
La salida del jefe antidrogas se produce en pleno debate sobre denuncias de corrupción policial y de asesinatos entre bandas de mafiosos en la frontera seca con Brasil, a 550 km al noreste de la capital paraguaya.
El pasado jueves fue muerto acribillado a balazos un conocido empresario brasileño de origen libanés, señalado como uno de los jefes del narcotráfico de la frontera, en una guerra que ya arrojó hasta el domingo cinco muertos.
El Gobierno envió refuerzos policiales a la ciudad de Pedro Juan Caballero, dividida por una avenida de la brasileña Ponta Porá.