Sobre las violaciones a la Constitución, por María Eugenia Rodríguez Ruiz

Sobre las violaciones a la Constitución, por María Eugenia Rodríguez Ruiz

Cuando leemos el preámbulo de nuestra Constitución, vemos que allí se hace hincapié en  la consolidación de la paz, el bien común, la convivencia, el derecho a la vida y el derecho al trabajo. Ahora uno se pregunta, la vida que está llevando el venezolano en estos momentos es acorde con las previsiones de la Constitución Nacional?, la inmediata respuesta es que “NO”, no tenemos esa calidad de vida que se desdibujó en nuestra Constitución. Cuando revisamos en la Carta Magna, el Capítulo III referido a nuestros Derechos Civiles, encontramos en el artículo 43 que el derecho a la vida es inviolable, luego uno se pregunta, que nos dirían al respecto la cantidad de personas que han perdido familiares en manos de la delincuencia, ¿qué pensarían sobre ese Derecho a la vida?, o cuando fallecen sus seres queridos porque no consiguen los medicamentos requeridos para su salud. La respuesta que nos darían, es que ese valioso artículo de nuestra Constitución está siendo violentado en estos momentos, que no se está cumpliendo en preservar el derecho a la vida que tiene todo  ciudadano que habita en el territorio nacional.

Establece el artículo 55 de la Constitución, que toda persona tiene derecho a la protección de su integridad física y sus propiedades por parte del Estado a través de los órganos de seguridad ciudadana regulados por Ley. Cabe preguntarse, se está cumpliendo con ese derecho civil que tiene cada ciudadano?, la respuesta es “NO”, basta ver como se producen a menudo hechos delictuales en todas partes del país, desde los más simples hasta los más horrendos, desde el arrebatón de un celular hasta quitarle la vida a un ser humano por robarle cualquier objeto de valor. El venezolano vive con miedo, trata de resguardarse en su casa lo más temprano posible, las calles y avenidas de nuestro país se quedan solitarias a partir de tempranas horas de la noche. Los jóvenes no pueden salir a divertirse, sin que sus padres queden en casa pendientes de que sus hijos regresen sanos y salvos al hogar, a los niños no se les puede llevar a un parque para que disfruten correr con sus mascotas, nuestra tranquilidad se ve gravemente afectada.

En el Capítulo V de la Constitución, referido a los Derechos Sociales y de las Familias, conseguimos el artículo 83 el cual indica que la salud es un derecho social fundamental, obligación del Estado, que lo garantizará como parte del derecho a la vida y que desarrollará políticas orientadas a elevar la calidad de vida, el bienestar colectivo y el acceso a los servicios; que hermoso el contenido de dicho artículo, pienso que cada venezolano agradecería muchísimo que se cumpliera con lo allí plasmado por nuestro Constituyente. Pero, la realidad es otra, no se consiguen medicamentos, ni para tratar afecciones simples ni enfermedades graves, muchos ciudadanos mueren por no conseguir una medicina para regular su tensión arterial, los diabéticos sufren los embates de su enfermedad sin poder controlarla debido a no conseguir el remedio requerido. Padres y madres desesperados buscan de farmacia en farmacia la medicina para su hijo que le alivie su afección y en ese andar, sólo conseguir la respuesta de que “no hay”, “tenemos tiempo que no nos llega”, que tortura la que vive el venezolano.

Asimismo,  cuando revisamos el artículo 305 de la Constitución encontramos el derecho que tenemos todos los ciudadanos a la  alimentación, ahí quedó establecido que “el Estado garantizará la seguridad alimentaria de la población, entendida como la disponibilidad suficiente y estable de alimentos en el ámbito nacional y el acceso oportuno y permanente a éstos por parte del público consumidor”. Pero, lo que padecemos en la actualidad para adquirir los alimentos, dista mucho de nuestro derecho Constitucional, ya que, hasta para comprar pan, debemos hacer largas colas y ni pensar en lo relativo a los alimentos regulados. Siendo imposible pensar, que el panadero no quiere vender suficiente pan, que los empresarios se niegan a producir productos, esto es algo imposible, ¿quién no desea que su empresa produzca suficientes bienes y poder venderlos?, entonces, ¿dónde radica el problema?, ¿quién está violentando nuestro derecho a la alimentación consagrado en el artículo 305 de la Constitución?. Opino que no es ni el panadero ni los empresarios, es el Estado que no está cumpliendo con su obligación de tener políticas económicas claras que den lugar a una mayor producción nacional. La desnutrición del venezolano camina a pasos galopantes, pensemos en los niños cuyas madres no pueden darle el alimento vital para su crecimiento como es la leche, que cada día es casi imposible lograr conseguirla.

Sin embargo, en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, se concibió en cada contenido de sus artículos, aquello que, en su Preámbulo se indicó: “la consolidación de la paz, el bien común, la convivencia, el derecho a la vida y el derecho al Trabajo”; y que de cumplirse con cada uno de sus artículos, los ciudadanos tendríamos la calidad de vida que todos deseamos y a lo cual tenemos derecho.Y, uno se pregunta: es que es tan difícil hacerla cumplir?.-

 

Exit mobile version