En un giro inesperado de última hora, todas las predicciones y últimos sondeos que apuntaban a que el Reino Unido permanecería en la Unión Europea, se han desvanecido. Durante toda la semana parecía que el mercado ya descontaba la permanencia del país británico, con fuertes subidas en las bolsas que hacían indicar que no fueran a haber mayores sobresaltos. Todo lo contrario. La sorpresa ha sido mayúscula. Solo la libra esterlina se ha desplomado más de un 10% en relación al dólar; en tal solo un solo día el cambio de la libra ha pasado de estar en $1.50 a $1.32, su nivel más bajo desde 1985.
Comienza así un proceso de mucha incertidumbre, que en el corto plazo lanzará la volatilidad de los mercados por los aires. Y ya desde el primer día la volatilidad se ha hecho notar. Comenzando con la parte europea, los índices del viejo continente se han desplomado una media del -8%. La peor parte se la ha llevado el índice español Ibex 35 con una caída del -12%, que con esta decisión mete más presión aun a las elecciones presidenciales celebradas en España este fin de semana pasado. Los índices americanos han sufrido menos pero también han notado las consecuencias del Brexit, con descensos entre el -3% y -4%, la caída más pronunciada en 10 meses, enviando las rentabilidades de lo que llevamos de año a territorio negativo, cuando prácticamente hace menos de un mes la rentabilidad “year to date” de los principales índices estadounidenses superaba el 3%.
Esta noticia solo acrecienta los miedos y dudas sobre el crecimiento de la economía global, que ya de por si se mostraba muy moderada. Definitivamente el Brexit afectará negativamente al crecimiento. Bancos como Gold Sachs se han adelantado a revisar las predicciones de crecimiento en el 2016, situando el PIB de Reino Unido entre 0.75% y 1.5% (desde 1.75% – 2.5%), para la eurozona entre 1% y 1.75% (desde 1.25% – 2%).
A pesar de que el proceso de la salida del Reino Unido de la Unión Europea se presenta muy confuso y a priori algo que pudiera tardar en completarse hasta el 2018. Las ramificaciones de este evento sobre las implicaciones geopolíticas y económicas serán enormes. Una de las decisiones más importantes que afectara directamente este Brexit, será en la tan anticipada subidas de tipos de interés por parte de la Reserva Federal. Después de la noticia, prácticamente se descarta una subida de tipos para este año, con tan solo un 13% de probabilidades para la reunión de diciembre, y para la reunión de febrero las posibilidades de una subida de tipos ha caído del 52% que se encontraba el jueves pasado, a los 15% de hoy.
Para esta semana, cuando el mercado haya digerido la noticia y sea algo más racional, veremos un panorama quizás menos turbio que el de hoy día donde la renta variable se ha visto muy afectada ante una cierta estabilidad de renta fija.
Ahora la mirada estará en el proceso de negociación de los británicos con las autoridades de la Unión Europea,quienes le han hecho saber a las autoridades británicas que la salida debe ser inminente y expedita.