La semana pasada fue una muestra de lo que es capaz un pueblo cuando está decidido a tener un cambio, largas filas en los centros de validación fueron el denominador común en el territorio nacional, lo que llevó a un desesperado y asustado régimen a colocar alcabalas para devolver autobuses, enviar a sus sectores violentos a generar conflictos e incluso a cerrar vías con árboles y guarimbas.
Pero el deseo de libertad de cada venezolano era más fuerte que eso, ante buses detenidos se hizo presente la solidaridad de los conductores quienes ofrecían colas a los varados. Ante vías cerradas muchos caminaron y hasta ríos cruzaron a pie para poder llegar a validar, y el resultado fue que en estados históricamente “revolucionarios” como Barinas, Amazonas y Cojedes lograron validar más del 2% de su padrón electoral.
Es a esto a lo que le teme ahora Jorge Rodríguez, quien bajo historias inventadas, insultando a los miles de venezolanos que madrugando en más de una ocasión no lograron ser atendidos en los puntos del CNE, dice que no hubo asistencia, que la validación fue un fracaso, porque sólo se validaron 409.393 firmas, cuando todos sabemos que voluntad sobró pero faltaron máquinas, faltó tiempo y disposición del máximo ente electoral que sigue de rodillas ante el régimen, que dispusieron 300 máquinas, en lugar de las 1352 que correspondían de acuerdo a la ley de referendo, y aún así alcanzamos la meta, e incluso logramos un colchón lo suficientemente amplio para superar las revisiones absurdas de “las comadres”.
Pero la mayor muestra de temor en este discurso acalorado y sin sentido del alcalde del municipio Libertador, fue cuando solicitó al Consejo Nacional Electoral que incumpla con la ley que ellos mismo promulgaron, y establezca que las firmas del 20% del registro electoral se recojan en sólo 1 día en lugar de los 3 reglamentarios. Ante esta clase de descaro, de falta de respeto y atropello puedo confesar que me genera un poco de alivio, y es que demuestra que están muy asustados, saben que tenemos los votos, la gente y la voluntad de seguir adelante para regresarle la libertad a Venezuela.
Siempre les he dicho que las horas más oscuras de la noche es justo antes de que salga el sol, y a Jorge Rodríguez me toca recordarle, que aunque lo intente, el sol no se puede tapar con un dedo. Sigamos avanzando hacia “La Mejor Venezuela”.
Aarón Rodríguez Moro – @RodriguezAaron