No ha iniciado los trámites para separarse en Perú. Si contrajera matrimonio con Isabel, se enfrentaría a 4 años de cárcel, publica El Mundo de España
MARINA PINA
@marinapinau
“¿Boda? Sí, Mario me ha pedido que me case con él…, pero aún no le he respondido”. Isabel Preysler (65) y Mario Vargas Llosa (80) ocupaban el pasado miércoles una vez más la portada de la revista ¡Hola!, un año después de hacer público su romance, que comenzó en febrero de 2015, la pareja volvía al castillo de Windsor. Allí, Isabel Preysler confirmaba que su novio le ha pedido matrimonio.Ella aún no ha contestado pero, si acepta la propuesta del premio Nobel, es posible que empuje a Mario a cometer un delito. Si la pareja contrajera matrimonio este mes, Vargas Llosa podría enfrentarse a una pena de cuatro años de prisión por un delito de bigamia, tal y como recoge el Código Penal peruano en los artículos 139, 140 y 428. Hace unos meses el escritor dijo que este noviazgo le había hecho vivir “el año más feliz” de su vida. Tanto que no le importa el qué dirán ni las consecuencias legales del que sería su tercer matrimonio.
Fue el pasado mes de mayo cuando Patricia y Mario firmaron su divorcio en Madrid. Una separación legal en España que llegó después de meses de negociaciones y tras la que, como publicó LOC, la ex mujer salió vencedora en cuanto a los términos para ratificar su ruptura. Tras hacer oficial el divorcio en España, alguno de los dos tendría que haber presentado la sentencia en los tribunales de Perú para llevar a cabo un proceso de ‘convalidación’. “Ninguno lo ha hecho, por eso sorprende mucho que, sin estar aún separado en Perú, él tenga intención de volver a casarse”, confirman a La Otra Crónica fuentes cercanas a la familia. Patricia no tiene intención de iniciar esos trámites en el país andino, donde a efectos legales continúa siendo ‘señora de’. “El proceso tarda meses, y los dos son amigos del ministro de Justicia [Aldo Alejandro Vásquez Ríos], por lo que podrían acelerar los trámites hablando con él, pero no lo han hecho”, insisten las mismas fuentes. El escritor no ha empezado el proceso pese a que no es la primera vez que se enfrenta a esta situación.
En España, legal
Desde el bufete de abogados Peña Carles, el licenciado Juan Luis Ortega explica a LOC que “desde luego, si se casa, hasta que no esté divorciado en Perú allíincurriría en bigamia, otra cosa es que en España no pueda ser considerado como tal, ya que aquí su divorcio es plenamente válido”. Si contrae matrimonio con Preysler sin legalizar su divorcio en su país, Patricia podría denunciarle por bigamia. Ella o cualquier ciudadano peruano.
Vargas Llosa tiene dos salidas si sus intenciones con Preysler son sinceras. La más larga y difícil es la de la vía legal. Además de hablar con el ministro de Justicia de Perú para que legalice el divorcio, deberá acudir hasta el municipio de Grocio Prado, situado en la provincia de Chincha, al norte del país, para tramitar su separación legal. La segunda opción es casarse con algún rito sin validez legal. El Código Penal peruano entiende que hay delito de bigamia cuando “la persona estando casada y teniendo conciencia y voluntad de esto, contrae un segundo matrimonio que no tendría una efecto civil”.
Si en lugar de una boda zulú, balinesa o con chamanes Isabel y Mario quieren una unión legal, Vargas Llosa deberá volver a sus raíces, que están en Grocio Prado. Esta localidad de 22.000 habitantes fue la elegida por el nobel para contraer matrimonio, tanto con Patricia como con su tía Julia. Allí están sus expedientes matrimoniales. Allí es donde sigue casado.
Su primera boda se inscribió en el registro de la localidad el 15 de julio de 1955, la segunda, con Patricia Llosa Urquidi, tuvo lugar el 26 de marzo de 1966. Mario terminó con su segunda unión el 22 de febrero de 2015, cuando, a modo de primera cita, vio la ceremonia de los Oscar en la madrugada madrileña junto a Isabel Preysler. Según ha dicho ella en el último número de ¡Hola! hasta junio de ese año sólo mantuvieron un “intenso pero maravilloso coqueteo”.
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