Durante el reciente e inédito proceso de validación de firmas, los ojos del país estuvieron sobre el estado Nueva Esparta, último estado en alcanzar el necesario 1 por ciento para seguir adelante en la carrera hacia el referéndum revocatorio presidencial. Gran cantidad de titulares generó la gestión del Alcalde del municipio Arismendi y Coordinador Regional del Revocatorio Richard Fermín , quien desempeño un papel protagónico durante la semana que duró el proceso. Veamos el por qué, en esta entrevista publicada en el-aji.com
¿Alcalde, cómo inició el proceso de validación en Nueva Esparta?
El día lunes fue el abrebocas de lo que vendría. Una política obstruccionista que se recrudecería conforme avanzaba la semana. A pesar de exhibir mejores números ese lunes, nos dimos cuenta de que el Director Regional del CNE Joe Uzcátegui, operaba como actor político, como obstáculo para un grupo importante de ciudadanos que iniciaban un proceso referendario. Ya desde las primeras horas, funcionarios del CNE evidenciaban una actitud hostil, con las paralizaciones abruptas del proceso. Pero nunca pensamos que llegarían a los términos que alcanzaron su climax el día jueves. Sinceramente, nunca le tuve fe a Joe Uzcátegui como árbitro imparcial, pero éste, superó mis expectativas por la manera tan absurda como actuó en contra de los ciudadanos.
¿El primer día se recogieron alrededor de mil 200 firmas, luego el ritmo comenzó a descender. En algún momento pensó que Nueva Esparta no llegaría a la meta del 1 por ciento?
Yo siempre supe que lo lograríamos, lo que no podía creer era lo que estaba sucediendo. ¿Cómo tener 5 o 6 mil personas en la espera para validar a diario y que sólo poco más del 10 por ciento de ellas lograran su objetivo?. No se compaginaba la logística del CNE, las oportunidades que brindaba, con la cantidad de personas dispuestas a participar. Nunca pensamos en un escenario en el que no se lograra el objetivo, pero tampoco contábamos con que algo tan ilógico y descarado como esa serie de trabas para impedir la voluntad de los ciudadanos pudiera suceder.
¿De qué trabas estamos?
De todo tipo, por ejemplo cortar árboles en horas del proceso, en la propia calle del punto de validación. Otra fue que esa calle dónde está ubicada la oficina regional del CNE está un circuito donde casi nunca se va la luz, esa semana se fue la luz 8 veces. Otro factor de saboteo fue un fulano sistema interconectado que se caía y bloqueaba el proceso en todo el Estado. Y cuando algún testigo o simpatizante de nuestra causa hacía un reclamo, unilateralmente decidían paralizar el proceso. En total contabilizamos más de 7 horas de paralización de las validaciones por estos conceptos, casi un día. Es decir que mientras en otros estados hubo 5 días de validaciones, en Nueva Esparta hubo sólo 4.
¿Se le planteó a las autoridades regionales del CNE la situación de desventaja en la que se encontraban?
Intentamos varias veces conversar con Joe Uzcátegui o con algún otro funcionario pero no obtuvimos respuestas. Tuvimos la posibilidad de conversar con el rector Luis Emilio Rondón, luego de solicitar que se apersonara una comisión del CNE nacional para que se enterara de lo que estaba ocurriendo en Nueva Esparta, pero con Uzcátegui fue imposible, tanto fue así que el día martes decidimos publicar sus números de teléfonos para que los ciudadanos agraviados le pidieran una explicación, ya que no nos la quería dar a nosotros, que se la diera directamente a los validantes.
¿Durante el proceso, el CNE otorgó alguna prórroga?
En lo absoluto, una de las razones que nos llevó a recrudecer la presión con la huelga de hambre fue que nosotros intentamos hacerle llegar al señor Uzcátegui una comunicación solicitándole la reposición del tiempo perdido a instancias del CNE, es decir, por fallas en el sistema o fallas con la electricidad, pero se negó a recibirla. Entonces recogimos firmas en la cola y las consignamos junto a un documento en la Defensoría del Pueblo con el apoyo de una organización denominada Nueva Esparta en Movimiento, para solicitar que se nos devolviera el tiempo perdido. La respuesta de la Defensoría fue que estudiarían el caso y que el día lunes darían respuesta. Eso ya era una burla puesto que el día lunes ya no había proceso de validación.
El CNE 3 reglas para el estado Nueva Esparta…
Esas tres reglas se acordaron no sólo para Nueva Esparta sino para todo el país el día miércoles, ya el día jueves estaban acompañándonos nuestro representante ante el CNE Juan Carlos Caldera y el diputado julio Borges, quienes sí pudieron reunirse con Joe Uzcátegui, quien prometió darle operatividad a esa normas ese mismo día, sin embargo no cumplió. El día viernes, ya con la comisión del CNE de Caracas si se logró quitar ese punto de verificación que tenían y mejorar el control de flujo de las máquinas.
Antes de tomar la decisión de la huelga de hambre ¿conversó con Joe Uzcátegui para informarle?
Nunca pudimos conversamos con ese señor, inclusive los representantes de la mesa de la unidad ante el CNE para el proceso de exclusión de firmas y para organizar la logística de las validaciones, éramos el señor Franklin Martínez y mi persona. Durante el mismo proceso de exclusión, el señor Uzcátegui no permitió que yo como actor político ingresara al CNE y entró sólo Franklin Martínez , quién posteriormente, el segundo día de validaciones, fue expulsado del CNE por reclamar sobre el comportamiento del proceso. Y es el miércoles en la tarde cuando decidimos declararnos la huelga de hambre y ni en ese momento hubo comunicación o acercamiento con Uzcátegui.
El día jueves ya con la comisión del CNE y algunos diputados de la Asamblea Nacional presentes el proceso seguía lento.
Sí. se agilizaba con la presencia de los diputados pero cuando se iban, por ejemplo de Arismendi a Gómez, se retrasaba el proceso en los puntos que abandonaban e iniciaban las violaciones al proceso nuevamente.
Cuando decidió levantar la huelga de hambre fue ¿porque vio resultados concretos o por alguna presión externa?
Pasadas las 8 am estábamos muy expectantes, nos habían visado que la comisión del cne ya estaba en la isla y nos garantizaban que el proceso se agilizaría, Julio Borges y Juan Carlos Caldera antes de irse también nos solicitaron que levantáramos la huelga, sin embargo nosotros nos negamos hasta que se apersonara un rector del CNE y que no viéramos fluidez en el proceso. Al día siguiente a las 9 am aún no empezaba la jornada de validación en el estado, nuestro representante ante el CNE Franklin Martínez, quien ya no tenía acceso, nos pasa un teléfono y nos dice que estaba en línea Joe Uzcátegui, tomé el teléfono y Uzcátegui con la descortesía que lo caracteriza me dice que si no levanto la huelga no iniciaba el proceso. Yo le dije mi huelga de hambre no va a ser una excusa para que detengas el referéndum y le dije que sí, que la levantaría si se me permitía ser testigo del inicio del proceso y la celeridad del mismo, pedí que se me permitiera validar y que garantizarán la entrada del primer contingente de ciudadanos que iban a validar y entraron 120 personas. Eso me dio garantías ya que las entradas en días anteriores eran de 20 personas.
¿Cómo fue su experiencia al validar?
Mi caso fue distinto, trataron de quebrarme moralmente, pero no lo lograron. Primero me mandan a buscar como si fuese un delincuente, con 14 efectivos de la Guardia Nacional. Me paran en una baranda en medio del sol, al pasar 5 minutos y ver que no salía nadie para iniciar el proceso, me retiro a una sombra e inmediatamente llega un representante del CNE a decirme que yo no puedo esperar en ese lugar. Uno de nuestros testigos se acerca y pregunta por qué no me dejan pasar y le dicen que el Alcalde al igual que los ciudadanos debe esperar afuera, en fin tuve que permanecer en el sol unos 20 minutos más.
Al ingresar, noté una actitud hostil por parte de un jefe militar en la isla de apellido Ortiz, no directamente contra mí, pero sí contra el sector político que represento, haciendo comentarios que denotaban desprecio contra este gran grupo de venezolanos que queremos un cambio. Yo me quedé tranquilo porque entendía que se trataba de una provocación para generar una respuesta en y así seguir paralizando el proceso en el estado. Seguidamente daban órdenes seguidas y contradictorias, ¡sube aquí!, ¡párate aquí!, ¡bájate!, ¡en ese escalón no!, y así sucesivamente. Ya sentado frente a la máquina llega un militar pide que me levante, además llega con comida, y yo sin haber comido (Risas). Cuando empiezo a poner mi huella, la operadora dice que no la leía, yo veo mi huella reflejada en la máquina y le digo que mi huella ya está verificada. La operadora me reclama que no tengo derecho a ver mi huella y que si seguía iba a reportarme y suspenderían el proceso. Al verificar las huellas de mi otra mano, pasó lo mismo y sugerí que pasara entonces otra persona y continúe el proceso, y la funcionaria me respondió que el proceso tenía que empezar con mi validación. Le respondí que yo era un ciudadano como cualquier otro y no puedo gastar el tiempo que puede utilizar otra persona, en ese momento terminó de leer mi huella y me dirigí a la salida.
Cuando voy a la salida me detiene un guardia y me impide salir por donde salía el resto de los validantes, respiré profundo, y salí por un pasillo que me indicaron, allí nos tomaron fotos y hacían comentarios burlescos y malintencionados pero no caí en provocaciones. Ya afuera levantamos la huelga de hambre públicamente, se agilizó el proceso y alrededor de una hora después se logró la meta del 1 por ciento.
Luego recibí una llamada de Henrique Capriles que me solicitó que lo acompañara a visitar el resto de los puntos de la isla. Luego se sentía un ambiente distinto, un ambiente de cambio, donde ya los ciudadanos le estaban ganando la pelea al poder, fue fundamentalmente lo que se vivió en el proceso de validación, los ciudadanos versus el poder y ganaron los ciudadanos. El 24 de junio del 2016 la batalla no fue en Carabobo sino fue en la Asunción.
Mucha gente al igual que usted ha denunciado ser víctimas de intimidaciones durante el proceso, ¿cree usted que esas provocaciones buscaban la suspensión del proceso de validaciones?
Sin duda, y además ellos sabían a quién se lo hacían. El que me conoce sabe la manera vehemente con que defiendo mis derechos , nosotros no somos de quedarnos callados ante las arbitrariedades. Nos ha tocado enfrentar el poder cara a cara y lo hemos hecho con firmeza. Nuestro error fue aceptar que el CNE pudiera anular el proceso a voluntad. A un proceso así no podemos ir más nunca, nosotros debemos exigir un proceso con reglas claras. El CNE no está para paralizar procesos , el CNE debe ser un organismo que garantice la participación de los ciudadanos.
¿Ya para finalizar Cómo se preparan para la siguiente fase hacia el Referéndum Revocatorio que contempla la verificación del 20 por ciento?
El planteamiento es a Jorge Rodríguez quien en una oportunidad dijo que un solo día era suficiente para recoger las firmas. Está bien, le tomo la palabra aunque no suelo hacerlo porque lo considero un desequilibrado, pero eso sí, habiliten todas las máquinas y todos los centros electorales y les garantizamos no cuatro millones sino muchas voluntades más.
¿El revocatorio va este año?
No solo el revocatorio este año también elegiremos un presidente que se preocupe por los problemas de los ciudadanos, un presidente que entienda a los venezolanos, un presidente que entienda que el poder es una responsabilidad y no una batalla contra el resto.