Colas de hasta seis y siete horas hicieron las personas este sábado en distintos supermercados de la ciudad para poder comprar harina Pan, producto considerado uno de los más utilizados a diario en la mesa de los tachirenses y que una vez transcurren los días se hace más difícil conseguir a un precio moderado, publica La Nación.
En la mayoría de establecimientos se hicieron nuevamente colas desde la madrugada. Muchas personas no sabían que venderían pero rogaban a Dios a conseguir, por lo menos un producto regulado, a sabiendas que si se compran a través de terceras personas, piden hasta cuatro y cinco veces, de lo que es su precio real.
En uno de los supermercados de la avenida 19 de Abril mucha gente llegó a hacer fila en la madrugada y aseguraron que siempre en este establecimiento una u otra cosa regulada sacan, de allí que toman la decisión de venirse con horas de antelación, para asegurar algo para el sustento diario.
La cola a las 10:00 de la mañana pasaba las dos cuadras y en la entrada se escucharon silbidos y gritos, en respuesta a alguna situación irregular en el acceso, sobre todo cuando alguna persona intentaba colearse.
Custodia policial
El expendio de alimentos y víveres estaba custodiado por funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana, que fueron reforzados cerca de las 10:00 de la mañana por seis funcionarios más que intentaban mantener el orden.
Sobresalían en las colas muchos jóvenes con niños en brazos, quienes desde la madrugada esperaban comprar, sobre todo pañales para sus pequeños.
Desde las siete comenzaron a vender tres harinas y un paquete de pañales, no obstante, la venta estaba condicionada pues quien quería llevar los tres kilos de harina debía comprar un frasco de salsa negra.
“Yo llegué a las cuatro de la mañana y mire lo que me llevo, solo tres paquetes de harina ¡Dios mío! cada día la situación está peor. No sé qué vamos hacer son este problema, es inaguantable” dijo una de las señoras al salir del supermercado, mientras que con una mano levantaba la bolsa para mostrar lo poco que había comprado.
Otra señora, quien también llegó en la madruga, solo respiró profundo para luego expresar: “Así no podemos seguir. Esto es una humillación. Estamos viendo que ya ni con mucha plata se van a poder comprar las cosas para comer”.
“Es triste, muy triste hacer una cola de seis y siete horas, es decir, se deja de dormir para venir al supermercado y llevarse solo tres kilos de harina Pan y además obligan a comprar una salsa negra, de lo contrario, solo puede comprar dos kilos de harina”, dijo Ana Ovalles, una vez que salió del supermercado.
El viernes, también hicieron lo mismo, vendieron harina, pero tenía que comprar la gente un yogurt, imagínese si apenas se tiene para comprar los productos regulados, manifestó Juan Peña quien también hizo cola para comprar.
Nancy Ibarra, en medio de la cola, expresó que “sabía que no tenía harina y me predispuse a hacer cola. Yo vi cuando el viernes a las cinco y treinta de la tarde estaban descargando un camión de harina Pan, llegué a las tres de la mañana y estoy saliendo a las diez y treinta de la mañana, casi no pude dormir con la impresión que tenía que pararme a las tres de la mañana para poder comprar algo regulado, en este caso la harina, que no se consigue por ninguna parte”
“Vendieron dos harinas reguladas, a 190 bolívares cada una y una de arroz a 295 bolívares, pero era obligatorio comprar una salsa negra, calculo que puedo contar con este producto en casa, por lo menos un mes, pues solo comemos dos personas, no obstante, casi siempre comemos arepas dos veces al día”, concluyó.
En otro supermercado de la avenida Ferrero Tamayo, se observó una mega cola, que incluso parecía un laberinto, no se sabía donde comenzaba ni donde finalizaba.
Al consultar a las personas que estaban saliendo del supermercado, expresaron que solo estaban vendiendo tres kilos de harina por persona, aunque tenía entendido que iban a vender jabón en polvo, producto que al final no fue ofrecido a los consumidores, pero aún sabiendo que solo había harina prefirieron quedarse y llevarse los tres kilos de este producto que en la calle los bachaqueros lo están vendiendo a 1500 bolívares, cantidad que resulta difícil pagar.
Nancy Porras