Los abogados defensores de los sobrinos de Cilia Flores acusaron al gobierno de Estados Unidos de destruir pruebas importantes, de manera deliberada, para culpar a Efraín Antonio Campos Flores y a Franqui Francisco Flores de Freitas del tráfico de narcóticos a Estados Unidos de acuerdo con un informe preliminar presentado a la Corte del Distrito Sur de Nueva York el 1° de julio. Así lo reseña el-nacional.com /
En el documento los defensores de los primos Flores aseguran que las grabaciones realizadas por los informantes confidenciales, pagados por el gobierno estadounidense, “están irremediablemente manchadas por la conducta impropia de los informantes”.
Los abogados piden al juez suprimir esas grabaciones por considerar que las mismas violan las garantías procesales de los acusados.
“Es axiomático cuando las personas que trabajan en nombre del gobierno destruyen deliberadamente pruebas importantes”, asegura Randall W. Jackson abogado de los primos Flores.
Agrega: “Aquí no solo hubo una destrucción de pruebas, sino que las mismas fueron alteradas por informantes pagados por el gobierno que operan fuera del país y fuera de cualquier limitación impuesta por la formación, la ética o la rendición de cuentas por parte de los agentes de la administración de Control de Drogas (DEA)”.
En el documento, Jackson señala que el registro de descubrimiento indica que los informantes destruyeron grabaciones de audio y video durante las reuniones cruciales con los demandados, o estratégicamente desactivaron sus dispositivos de grabación en los momentos críticos con el fin de eliminar de los registros de conversaciones “aquellas que no se ajustaban a la narrativa que los informantes querían establecer para probar las embarcaciones de droga”.
La defensa sostiene: “Ambas acciones indebidas tenían como objetivo eliminar del registro las conversaciones que resultaran prueba exculpatoria a favor de los demandados”.
Más adelante, el informe preliminar asegura que en el caso de los Flores “el impacto del despojo intencional de las pruebas es enorme”, debido a que prácticamente todo el caso en contra de los demandados se apoya en el cuerpo de grabaciones que fueron hechas por los informantes.
“En este caso no hubo incautaciones de cocaína, ninguna búsqueda de lugares donde se almacenan o se entregan los narcóticos, no hay registros ni embargos de buques u otros vehículos utilizados para la exportación de narcóticos, y ningún acto de violencia”, argumenta la defensa.
Sostiene que durante una reunión con los demandados, los informantes confidenciales obtuvieron una cantidad de una “sustancia desconocida” –que el gobierno afirma era cocaína– y que ahora ha sido destruida. Sobre la muestra obtenida no se pudo completar ninguna prueba conocida para determinar su naturaleza.
La defensa de los sobrinos de Cilia Flores asegura que la supuesta muestra de “cocaína” es la única sustancia controlada que pretendía ser usada como prueba durante el curso de la presente investigación.
Por las razones expuestas en el informe y con base en los actos de expoliación (destrucción) de la sustancia por los informantes confidenciales del gobierno, los acusados Efraín Antonio Campo Flores y Franqui Francisco Flores de Freitas buscan la eliminación de varias piezas usadas por el gobierno como evidencia, entre ellas: los testimonios obtenidos en la primera reunión entre los acusados y los informantes confidenciales con fecha del 4 de octubre de 2015; las grabaciones de audio y video de las sesiones posteriores de los acusados con los informantes; y todos los testimonios al respecto, incluidas las imágenes de la pantalla de un ladrillo que pretende ser presentado como cocaína durante una reunión entre los acusados y los informantes, el 25 de octubre de 2015.