El gobierno colombiano consideró el lunes positivo el ingreso de al menos 30.000 venezolanos a la ciudad fronteriza de Cúcuta para comprar alimentos y medicamentos. AP
“Creo que para los venezolanos fue algo muy positivo y para Colombia también. Creo que a nivel de comercio a Cúcuta le debió haber ido muy bien ayer (domingo). Pero sobre todo lo que queríamos era colaborar y apoyar a los venezolanos que querían entrar a territorio colombiano a hacer sus compras”, dijo en rueda de prensa la canciller María Ángela Holguín.
Miles de venezolanos cruzaron el domingo la frontera con Colombia luego de que las autoridades venezolanas permitieron temporalmente el paso peatonal a Cúcuta tras casi un año de su cierre ordenado por el presidente Nicolás Maduro.
A la pregunta de cómo manejaría el gobierno colombiano la seguridad en la frontera y que pasaría si alguna persona se queda en territorio colombiano, la canciller dijo que “hay jornadas donde las autoridades migratorias trabajarán para mirar que la gente que ingrese tenga sus documentos para estar en territorio colombiano y si no se expulsará del país”.
Añadió que “hay que ayudar al pueblo venezolano en lo que requiera. No se nos puede olvidar que Venezuela lo único que ha hecho en décadas es ayudar y apoyar a colombianos que han encontrado en Venezuela su casa, su hogar, porque aquí no lo podían tener”.
La ministra de Exteriores comentó que el 4 de agosto se reunirá con su par venezolana Delcy Rodríguez. No precisó si el encuentro será en territorio colombiano o venezolano.
Holguín elogió el trabajo coordinado de los gobernadores del departamento colombiano de Norte de Santander, William Villamizar, y del estado venezolano de Táchira, José Vielma Mora.
El objetivo ahora, enfatizó, es conseguir la reapertura de la frontera de forma segura y tranquila. Cuando Venezuela lo acepte, añadió, Colombia estará presta para repetir la jornada del domingo.
“Esta es la primera vez desde que cerraron la frontera que vamos (a Colombia) a hacer compras así y lo volvería hacer sin ningún problema. Hacía mucho tiempo que no iba por allá a Cúcuta”, dijo a The Associated Press la ciudadana venezolana Magola Peñaranda.
La mujer, un ama de casa de 60 años que vive en San Cristóbal, aseveró que “no teníamos nada, ni azúcar ni arroz ni harina y ayer (domingo) compramos todo lo que necesitamos por estos días”.
Peñaranda opinó que “Venezuela está totalmente destruida, esta caóticamente destruida. No hay comida… Puede haber mucho dinero, pero no tenemos nada”.
En tanto, Carlos Luna, presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de Cúcuta, dijo a la AP que “lo que vemos es la necesidad de la apertura inmediata de la frontera”.
En su concepto, la ampliación del corredor humanitario “claramente beneficia a miles y miles de venezolanos pero creemos que la mejor forma de formalizar y poder solucionar todo esto es normalizando totalmente el tránsito, no sólo el peatonal”.
Horas después el ministro de la defensa colombiano, Luis Carlos Villegas en rueda de prensa señalo “fue una experiencia nueva para la fuerza pública y para la seguridad, porque es una mezcla de precaución porque 30 o 40 mil personas son muchas sobre todo si están moviéndose en periodos de tiempo muy cortos como lo que sucedió ayer. Todo transcurrió con gran tranquilidad, alegría de parte de quienes llegaron a encontrar abastecimiento”.
“De manera de que esa experiencia de abrir la frontera para temas humanitarios durante unas horas funcionó bastante bien”, agregó el ministro.
La apertura de la frontera por un plazo de 12 horas se produjo seis días después de que varios centenares de mujeres venezolanas evadieron a los guardias fronterizos de su país y llegaron a Cúcuta para comprar alimentos y medicinas ante el severo desabastecimiento de bienes básicos que sufre Venezuela.
Después de varias horas en territorio colombiano regresaron a su país con bolsas con comida y cantando el himno venezolano.
El gobierno de Maduro caracterizó ese acto de “show mediático” supuestamente orquestado por adversarios del gobierno para generar violencia en los poblados fronterizos.
En agosto de 2015 Maduro ordenó el cierre de los pasos fronterizos hacia Colombia a raíz del ataque que sufrieron tres militares y un civil en la localidad fronteriza de San Antonio del Táchira cuando realizaban operaciones de combate al contrabando.
Asimismo, las autoridades venezolanas acordaron la deportación masiva de más de 1.000 colombianos sin residencia legal en Venezuela.
El 6 de julio el presidente colombiano Juan Manuel Santos encargó a Holguín el diseño de una hoja de ruta ante una eventual apertura de la frontera.
En tanto, Maduro expresó dos días después que su gobierno espera avanzar junto con las autoridades de Colombia en la definición de nuevos planes de seguridad para combatir el contrabando y otros delitos que se registran en la región fronteriza de 2.2000 kilómetros.
Recientemente se reunieron en Caracas los ministros de Defensa de ambos países y acordaron reanimar la seguridad en la frontera para combatir al crimen organizado.