Las autoridades de Colombia y Venezuela acordaron no autorizar el paso de venezolanos este domingo, hasta tanto no se terminen de acordar las medidas migratorias que permitan abrir la frontera de forma definitiva. Así lo reseña laopinion.com.co / Víctor Bautista
Así las cosas, hasta que esos acuerdos sean una realidad, no está autorizado el paso por los puentes internacionales Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander, advirtió Víctor Bautista, director para el Desarrollo y la Integración Fronteriza de la Cancillería.
El funcionario manifestó que la medida se acordó en consenso con las autoridades venezolanas, con quienes se viene dialogando y trabajando en procura de establecer el clima de seguridad en la línea limítrofe, así como las reglas de juego en materia migratoria tanto de personas, como de carga y automotores que se aplicarán para ambos países una vez se abran las puertas de la frontera.
Aunque no reveló una fecha límite para la apertura, en ambos países las comunidades abrigan la posibilidad de que esto se produzca antes del próximo 19 de agosto, cuando se cumple un año del cierre decretado de la frontera venezolana por parte del presidente Nicolás Maduro.
Bautista precisó que dentro del conjunto de medidas que se preparan ya hay acuerdos migratorios, entre ellos la regularización del paso de las mercancías, entre eso la canasta básica de alimentos, tanto para los colombianos que van a Venezuela, como para los venezolanos que vienen a Colombia, “lo anterior para evitar especulación con los precios”.
También figuran pautas para el tema de transporte de carga y se trabaja en otro acuerdo para las empresas de servicio de transporte entre los dos países.
El director para el Desarrollo y la Integración Fronteriza consideró que en materia de controles migratorios las dos naciones deben hablar el mismo idioma una vez se reabra el paso y, en ese sentido, del lado colombiano se está definiendo la metodología que se implementará.
Una propuesta es que se exija la cédula a los ciudadanos venezolanos durante los primeros tres meses y a partir de ahí el pasaporte o un esquema de tarjeta de vecindad o pase fronterizo que caracterice a la población de frontera del resto de las demás personas que se movilicen entre ambos países, dijo Bautista.
Así mismo, reveló que la Cancillería y las autoridades colombianas socializan con los propietarios de predios privados en el corredor fronterizo la nueva normatividad bajo la Ley Anticontrabando. Estos –acotó- no pueden prestarse para actividades ilícitas y lo que se busca es eliminar ese régimen de ilegalidad en que siempre han estado inmersos.
Al ser indagado de la enseñanza que queda de este episodio que marcó profundas heridas en la integración de los dos pueblos, dijo que lo más importante es que Colombia demostró que para dar solución a los problemas fronterizos, bien sean de seguridad, para el ingreso de ciudadanos y de carros se necesita de dos partes. “La fractura de la frontera no era la vía”, subrayó el funcionario.
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