Luis José Semprum: Tres tallas menos

Luis José Semprum: Tres tallas menos

thumbnailLuisJoseSemprumUna locura colectiva se apoderó de nuestros políticos, tanto de gobierno como de oposición. Una tragedia se desarrolla frente a sus ojos, de manera clara, nítida y contundente, pero ellos no son capaces de verla.

Neonatos que fallecen en masa en los hospitales. Niños famélicos, con pinta de africanos, que mueren por desnutrición. Enfermos que se suicidan al no conseguir las medicinas que requieren. Comunidades enteras que adelgazan rápidamente, convirtiéndose en pueblos fantasma, buscando comida con desesperación. Miles de víctimas del hampa, que viven aterrorizados dentro de sus casas. Anécdotas sobre el sufrimiento de la gente, cada una más espeluznante que la anterior.

Pero los políticos no perciben la urgencia de la situación. Los del oficialismo solo les interesa mantenerse en el poder, a costa de lo que sea. Y la única aspiración de los opositores es un hipotético revocatorio, que en el mejor de los casos se realizaría en diciembre. No entienden, no captan, que el hambre no esperará tanto.





Gobierno y oposición dedicados por igual a entelequias sin sentido. El “Orden del día” de la Asamblea Nacional plantea discusiones lejanas e intrascendentes. ¿Cómo es posible que Almagro y la Conferencia Episcopal estén tan claros; y que los políticos, rojos y azules, estén tan desorientados?

Mientras el tema central de la MUD es si van o no a un diálogo entre sordos, las empresas ordenan confeccionar uniformes para sus obreros con dos, y hasta tres, tallas menos que el año pasado. El hambre no es una consigna, es una triste y dura realidad. No hay comida, y cada vez habrá menos, porque el aparato productivo está destruido, y porque no hay dólares para importar.

Como consecuencia de esta ceguera irracional, se producirá un estallido social, seguido de un golpe militar. Los políticos no podrán culpar a nadie; la responsabilidad recaerá única y exclusivamente sobre ellos, por no haber enfrentado la realidad.

La excusa de Ramos Allup, de no destituir a Maduro por colombiano, “porque no tenemos pruebas”, quedará para siempre grabada en la historia como ejemplo de miopía y de insensatez. Vendrán nuevos actores y nuevos líderes cuya misión será sacar a nuestro pueblo de la miseria y reconstruir a Venezuela de las cenizas.

@LuisSemprumH