Muchas personas temen subirse a un avión, despegarse del suelo y poner su vida en manos de un aparato en el que no confían y de tripulantes desconocidos. De eso da cuenta el Programa Animate a Volar de Aerolíneas Argentinas que, desde su lanzamiento en 2015, recibió a casi 600 personas que participaron de sus capacitaciones para, justamente, animarse. Aerolatinnews.com
El programa fue creado en 2015 con el objetivo de ayudar a dar el paso inicial con confianza. “Consideramos que la mejor forma de animarse a volar es conocer de cerca los aspectos más importantes que hacen a un vuelo, como el entrenamiento del personal (pilotos y tripulantes de cabina), las aeronaves y la planificación del vuelo, entre otras”, explicó Pablo Fernández Fayolle, director del Centro de formación y entrenamiento de pilotos (Cefepra) que Aerolíneas tiene en el aeropuerto de Ezeiza y donde funciona el programa.
Un grupo interdisciplinario compuesto por pilotos, tripulantes de cabina e instructores en “factores humanos”, tanto de Aerolíneas Argentinas como de Austral, son quienes dictan el programa. El broche de oro es una visita a los simuladores de vuelo del Cefepra y al simulador de entrenamiento de seguridad y servicio, donde los participantes tienen la experiencia de un vuelo simulado.
Tal como está planteado, se trata de un programa único en el mundo, ya que otras líneas aéreas emiten “recomendaciones pero no un programa integral como el desarrollado por Aerolíneas Argentinas, con el contacto con profesionales y la experiencia práctica de un vuelo simulado”, dijo Fernández Fayolle.
“Mucha gente sufre porque no se anima a realizar el viaje de sus sueños: ese viaje que le permitirá reencontrarse con familiares o esas vacaciones al destino soñado”, contó el director del centro y explicó que la principal motivación de quienes se acercan al programa tiene que ver con “poder disfrutar del vuelo, ya que el avión en muchos casos no puede reemplazarse por otros medios de transporte”.
Tips para animarse. “No es el avión lo que nos provoca miedo, sino los pensamientos que aparecen en nuestra mente cuando subimos a un avión”, dijo Fernández Fayolle. “Por lo tanto, no es cuestión de evitar volar sino de evitar ciertos pensamientos y esto puede lograrse teniendo mayor información y conociendo la preparación y el trabajo diario de todo el personal de la línea aérea”.