Hoy lamentablemente las condiciones cambiaron, producto de los desmanes y ensañamiento de la supuesta revolución contra nuestro amado y entrañable estado Aragua, y lo que hasta ayer era motivo de orgullo, hoy es motivo de vergüenza y de desconsuelo. Porque a lo largo y ancho de nuestra entidad, está la huella de la desidia, del abandono y de la indiferencia de un gobierno que autodenominándose revolucionario, ha acabado con todo a su paso, incluso con los sueños y esperanzas de quienes alguna vez creyeron en este proyecto político.
La gran mayoría de nuestro capital humano, estaban contratados y laboraban en las múltiples empresas de nuestro estado, pero lamentablemente, un 67% de trabajadores están desempleados, debido al cierre forzoso de las industrias de Aragua, porque gracias a la falta de incentivos, de oportunidades y de facilidades para el mantenimiento y desarrollo de las mismas, tuvieron que bajar las santa marías, y con esta acción, dejar en la calle a miles de padres y madres sostenes de hogar.
Recientemente leí con asombro y a la vez con un dejo de nostalgia, un informe de la presidenta de la Asociación Regional de Industria y Minería del estado Aragua (Arima), María Proietto, donde aseguraba que las empresas de nuestra entidad, trabajan en un 40% de su capacidad, como consecuencia de la escasez de la materia prima y por las dificultades que atraviesan para adquirir las divisas necesarias para la importación de los diferentes rubros.
Según este informe técnico, bien sustentado y elaborado en base a datos fehacientes, en Aragua diariamente, es muy grande el número de empresas que declaran un cierre técnico. No obstante, desde hace dos años cuando justamente se ha agudizado esta profunda crisis política, económica y social, las industrias de Aragua, no han sido una excepción, y hoy lamentablemente se encuentran en pésimas condiciones, y la capacidad de producción ha disminuido 60%, debido a la falta de insumos de muchas empresas, lo que incide en el retraso de la producción y conlleva a la paralización de importantes compañías.
Es de resaltar que detrás de cada cierre de empresas, el número de desempleados va en ascenso, y los hogares sufren directamente los embates del fracaso de un modelo económico asfixiante que todo lo que toca lo seca, debido a políticas erradas, retrógradas y a la gran corrupción que ha reinado, porque aunque se han aprobado muchos recursos para nuestro estado, hoy no se justifica que la “Aragua Potencia” esté quebrada y en el suelo.
Por lo menos en el municipio Sucre, el segundo territorio industrial por excelencia en el estado Aragua, ya que cuenta con cinco parques industriales, lamentablemente hoy muchas empresas han sido expropiadas por el Ejecutivo Nacional, como es el caso de Cativen, de Cealco, de Agroisleña, de Inica, y actualmente esas empresas no aportan su contribución al fisco municipal. El actual alcalde de la entidad, Eusebio Agüero, ha convertido en un verdadero cementerio el parque industrial.Está totalmente a oscuras, con la maleza altísima, las vías en la zona industrial no se pueden transitar ni a pie ni en vehículos, por la gran cantidad de huecos, lo que se agudiza cuandp llueve. La zona industrial es un verdadero monumento a la desidia, y tal es el caso de Valle Abajo, de Corinza, Las Vegas, Santa Rosalía y Campo Alegre principalmente. En conclusión, el municipio Sucre le quedó grande al alcalde Eusebio Agüero.
Es menester propiciar una reactivación de la producción en Aragua y en el resto del país, porque gran parte de esta crisis que vivimos, se debe al empecinamiento de la revolución de acabar con el aparato productivo del país y con las empresas e industrias que apostaron todo su capital a Venezuela. De seguir así, el deterioro de las plantas e industrias será irreversible y más difícil por ende, la recuperación de las mismas.
Desde la unidad democrática, estamos empeñados en recuperar el aparato productivo del país, y en el estado Aragua específicamente, vamos a rescatar nuestras industrias y nuestras empresas, otrora orgullo de los aragüeños. Ante el progreso y el cambio, no hay nada ni nadie que pueda contener esta realidad, porque merecemos por derecho y convicción, reactivar nuestras entidades y devolverles sus potencialidades, hoy arrinconadas por la revolución. Más temprano que tarde, en Venezuela habrá un nuevo gobierno, y desde allí enmarcaremos todas las políticas y planes de desarrollo que nos harán florecer, siempre respetando el derecho a la propiedad privada y a otros derechos consagrados en la Constitución Nacional.
Clever Lara
Secretario de Organización
Acción Democrática Aragua
@cleverlaraad