Fueron muchos años de engaño y de oportunidades que el pueblo democrático le dio a este nefasto gobierno para que actuara, y pusiera en práctica, políticas eficientes que enrumbaran al país, a un camino de progreso, de evolución, de calidad de vida y de justicia. Sin embargo, se burlaron de los sueños, de las esperanzas y de las necessidades de los más pobres, metiéndonos en un hueco profundo de miseria, de hambre, de pobreza, de desidia y de desolación.
El propio gobierno nacional y sus altos jerarcas, están conscientes de la realidad política que hoy enfrentan, y del rechazo popular de más del 87% de la población, y es por ello que han emprendido una cacería de brujas contra los dirigentes de la unidad democrática que hacen una tarea titánica a lo largo y ancho de la geografía nacional, y lo peor, han puesto en práctica un plan violento y represivo propio de regímenes dictatoriales, y hoy vemos con tristeza, que lejos de evolucionar, vamos para atrás, y son muchas las rotundas y cárceles de la Seguridad Nacional dispuestas para acallar a un pueblo que clama por justicia y cambio.
No obstante, este gobierno fue tan cretino que se metió con el estómago de la gente. Es decir, le dio una puñalada trapera al pueblo venezolano, sometiéndole a una hambruna colectiva, donde cada día se hace más cuesta arriba poder alimentarse en niveles de calidad y balanceadamente, porque simplemente no hay dinero, no hay alimentos, y la gente tiene que sortearse cuál comida hacer al día, y las otras dos, engañarse con cualquier cosita para no morir en el intento.
Ya esta situación de desesperanza y de mengua es intolerable en un país tan rico como el nuestro, pero estos bárbaros se embolsillaron la plata del pueblo, se la disfrutaron, se la gastaron , y ahora piden al pueblo, que se inmole por la revolución. Pues bien, ese pueblo humillado, maltratado, vejado y arrinconado, se cansó de tanta manipulación y maldad, y hoy ve como esperanza certera y a corto plazo, la salida de estos traidores a la patria por la vía constitucional y pacífica, a través del Referéndum Revocatorio.
No obstante, Nicolás Maduro, terco y testarudo como es, no ha querido entender que la solicitud de revocatorio no obedece únicamente a la Mesa de la Unidad Democrática, es un clamor popular y una exigencia nacional, la reconducción política, económica y social del país, en términos de inmediatez, porque esto ya no da para más, y cada día que pasa, es peor para el gobierno nacional, porque sólo los jerarcas de esa cúpula cívico militar, serán los responsables de cualquier implosión social que se pueda producir en los próximos días, sino se dejan de pajuatadas, y convocan de una vez por todas la segunda fase del proceso revocatorio, que es el 20% de las firmas del padrón electoral.
Ha llegado la hora compañeros. Referéndum Revocatorio o un estallido social, no producto de la manipulación de una parcialidad política, sino como consecuencia del hambre, de la miseria, de las enfermedades, de las penurias y de la muerte, a la que ha sometido Nicolás Maduro al pueblo venezolano.
Los tiempos dan perfectamente para que este año se celebre el revocatorio, lo que si no hay es tiempo para darles más tiempo a este gobierno sin rumbo y desatinado que no sabe a dónde va, que perdió la brújula hace mucho tiempo. Sólo el revocatorio nos devolverá el rumbo para salir de esta crisis y volver a hacer la patria grande y próspera, que los gobiernos anteriores dejaron como herencia irrefutable a la nación.
Nicolás Maduro podría ser el único responsable de cualquier implosión social de consecuencias inimaginables, si continúa con el empecinamieno de burlar la Constitición Nacional y la voluntad sagrada del pueblo venezolano. Su tiempo ya pasó, ellos mismos pisotearon y acabaron con su proyecto revolucionario, y tienen que dar paso, a un cambio político en Venezuela, para devolver a nuestra gente sus derechos y su calidad de vida, hoy maltrechas y en riesgo por culpa de este gobierno malévolo y diabólico.
Bernabé Gutiérrez
Secretario Nacional de Organización
Acción Democrática
@adbernabe