¿Aumento salarial, con qué se come eso? El pasado viernes, fuimos sorprendidos por un nuevo decreto presidencial de esos de los que lejos de solucionar la crisis, a la que estamos sometidos en el país, nos empujan más hacia el fondo del atolladero.
No estamos claros de si ese aumento “salarial”, que en definitiva se traduce en más inflación, se trató de una estrategia pensada y consensuada por los del Gobierno o solo fue un disparate más, que salió como medida desesperada para disimular el descontento y la desaprobación del pueblo venezolano hacia Nicolás Maduro y su Gobierno.
Cualquier estudio económico sustentado en la realidad venezolana, hubiese demostrado que el incremento del salario mínimo decretado por Maduro al centrarse en el ticket de alimentación y no en el salario básico, le genera pérdidas al bolsillo de los venezolanos; además de agudizar la inflación desatada. Se estima que esté por encima de 700%.
El incremento en el ticket de alimentación no se reflejará en el próximo pago de aguinaldos y por lo tanto será desfavorable para los trabajadores. Pues al aumentar el monto de los tickets por encima del salario, se genera un efecto negativo sobre los aguinaldos, ya que durante los últimos 4 meses del año, cada trabajador que gane salario mínimo dejará de devengar 61 mil bolívares.
Pagar más en tickets de alimentación que en salario básico, viola los convenios de la Organización Internacional del Trabajo, porque eso hace que el salario no sea de la libre disponibilidad del trabajador.
Por eso, desde Primero Justicia nuestro diputado a la Asamblea Nacional, Tomás Guanipa, ha presentado al país una opción viable para la protección del salario de los venezolanos, que supone una revisión al salario de acuerdo a la devaluación del Bolívar, debido a que el gobierno ha destruido por completo la capacidad productiva del país y la política de importación ha llevado al gobierno a traer prácticamente todo lo que consumimos de afuera.
Este aumento, entonces, se materializa en más escasez. Precios más altos y por tanto, mayor inflación. La crisis desatada que se come el sueldo de los venezolanos se agudizará en los próximos meses si no se aplican las políticas indicadas y responsables, para atajar el caos.
Por eso no nos cansamos de explicarle a nuestro pueblo, que necesitamos un cambio. Merecemos vivir mejor y tener calidad de vida. En Venezuela es necesario que se cree una política de producción nacional y de respeto a lo nuestro. Tenemos que hacer que vuelva la inversión extranjera y que el Bolívar se revalorice. Todo esto, solo lo podremos lograr cambiando al Gobierno.
Todo Cambio pasa por el Referendo Revocatorio, por eso no dejaremos de luchar hasta darle al pueblo lo que pide. En cada calle, pueblo y rincón de Venezuela, el pueblo pide Revocatorio. Este 1 de septiembre desde todos los rincones de Venezuela, marcharemos al Consejo Nacional Electoral de Caracas para demostrarle a Maduro y al mundo que estamos unidos y que solo queremos una cosa ¡Revocar la crisis!