Ni espíritu, ni olímpico: Las triquiñuelas de los atletas en los Juegos Olímpicos de Río 2016

Ni espíritu, ni olímpico: Las triquiñuelas de los atletas en los Juegos Olímpicos de Río 2016

Dice el refrán que en el amor y en la guerra todo vale. Puede que en el amor y en la guerra sí, pero en el deporte desde luego que no. Y menos si se trata de unos Juegos Olímpicos.

Huffingtonpost / Carolina Abellán

Incluso los seguidores que intentan desconcentrar a un deportista a base de alaridos como fue el caso del saltador de pértiga francés Renaud Lavillenie, quien fue abucheado por el público brasileño en plena competición.





Esta actitud hostil no le sentó nada bien. Más adelante el atleta aseguró en unas declaraciones que “Esta es la primera vez que lo vemos en el atletismo. Creo que la última vez que lo vimos fue cuando Jesse Owens corrió en 1936”.

La comparación provocó un revuelo en redes sociales y Lavillenie se vio obligado a disculparse a través de su twitter “Lo siento por la mala comparación. Fue una reacción en caliente y fue un error. Pido disculpas a todo el mundo”.

Pero la disculpa no le pareció suficiente al público y, durante la entrega de premios al día siguiente, los gritos hacia el atleta fueron a más. Tanto que el deportista terminó llorando en el podio tras recibir su medalla de plata.

No ha sido esto el único hecho que parece contradecir el espíritu olímpico del juego limpio.

Rafael Nadal le arrebataron la medalla de bronce con una táctica más que discutible. En el tercero set, el tenista japones
Kei Nishikori se marchó al vestuario.

El japones no aparecía, mientras el enojo de Nadal y entrenador Toni Nadal iba cada vez a más. Se quejaron pero no sirvió de nada. Ningún árbitro de la competición obligó al japonés a volver a la pista.

Más de 10 minutos después, el plantón enfrió la remontada de Nadal. Cuyo partido termino a favor del japonés que salió de la pista abucheado por el público.

Otra cosa es que algunas tretas, siendo legales, no resulten demasiado elegantes.

Como la de tirarse en la pista para sacar unos centímetros de ventaja al rival. Es lo que han hecho dos atletas en estos Juegos: La bahameña Shaunae Miller y el brasileño Joao de Oliveira.

Miller se hizo con la medalla de oro y dejó con la plata a la estadounidense Allyson Felix, quien vió caer no sólo a Miller sino sus aspiraciones de ser la primera atleta de la Historia con cinco oros olímpicos que consiguió después tras ganar el relevo 4×100 metros.

Por su parte, De Oliveira logró acabar cuarto y su mejor marca del año. Sin embargo, ambos consiguieron idéntico resultado: generar dudas entre los espectadores.

RIO DE JANEIRO, BRAZIL - AUGUST 15: Shaunae Miller of the Bahamas dives over the finish line to win the gold medal in the Women's 400m Final on Day 10 of the Rio 2016 Olympic Games at the Olympic Stadium on August 15, 2016 in Rio de Janeiro, (Photo by Alexander Hassenstein/Getty Images)

Aunque, si tuviéramos que dar una medalla de oro al comportamiento más tramposo, el premio se lo llevaría Aurélie Muller. La nadadora francesa no ser cortó ni un pelo al impedir a su rival tocar la meta antes que ella. Los jueces no se lo pensaron: descalificada y a casa sin medalla y sin honor.