“El verdadero cambio que reclama Venezuela es la sustitución de un Estado arbitrario e improductivo por uno promotor de la excelencia y la producción”, afirmó el dirigente político nacional, Claudio Fermín, ante comunidades vecinales de Punta de Mata, Estado Monagas.
Nota de prensa
Fermín estuvo acompañado de los dirigentes nacionales de la Asociación Civil SOLUCIONES, Rafael Marín, Samuel Ruth, Sinercio Ramirez, y de la región monaguense, Dará Diaz y Nelson Mora.
Ante la inquietud de algunos asistentes en relación con las expectativas generadas por las posibilidades de una sustitución inmediata de las autoridades nacionales y regionales, como resultado del aspirado revocatorio presidencial y elección de gobernadores, Claudio Fermín aseguró que existen cambios fundamentales e inaplazables dirigidos a lograr los cambios que reclama el país.
Ante todo, debe plantearse, de acuerdo con lo expresado por Fermín, que la violencia no puede ser nuestra consigna, por lo que invitó a continuar haciendo uso de los mecanismos constitucionales y democráticos de la república.
A partir de la mencionada condición, lo primero que debe asumirse es la necesidad de promover cambios eficientes, y en este orden se refirió a lo que considera la inaplazable tarea de erradicar la arbitraria forma de gobernar a lo largo de estos 17 años, en los que el Estado se ha venido convirtiendo en el dueño de todo, con la pretensión de mostrarse fuerte cuando en realidad se trata de un Estado débil e improductivo, según explicó.
“Por eso hoy decimos que lo primero que debemos cambiar es la estructura del propio Estado, y que los ingresos fiscales sean utilizados con racionalidad”, dijo.
Señaló Fermín que será necesario suprimir los gastos suntuosos e innecesarios de este “Estado enfermo y desquiciado”, como las grandes celebraciones y compras de armamentos de guerra, y atender como debe ser las necesidades inmediatas de la población, especialmente en salud y educación.
Entre otras prioridades del momento, también se refirió a la necesidad de adaptar la economía a las leyes que la rigen, que el Estado asuma su función promotora en la formación profesional y de las actividades productivas de bienes y servicios que reclama la población.