Estos vendedores de mercachifles que han ocupado la silla presidencial durante los últimos años, no han reparado al momento de vociferar atrocidades contra los venezolanos que no se arrodillan frente a ellos. Para los presidentes de la revolución hay venezolanos que merecen lo que para ellos es un chiste llamado dizque respeto, el resto solo será objeto de cuanta imbecilidad pase por su mente.
Esta revolución de millones, pero de millones de dólares mal habidos, olvidó lo que es pasar trabajo y hambre. Sus protagonistas tienen ya muchos años con la barriga llena y el corazón contento. La revolución olvidó a los que la llevaron al poder, hoy ni sabe que sienten sus seguidores, tanto que se burla en su cara de su hambre y su dolor.
Este domingo, Maduro le dijo entre risas idiotas a un ciudadano que le escuchaba estoicamente sus estupideces “la dieta de Maduro te pone duro, sin necesidad de Viagra”. Si el ciudadano en cuestión pasa o no hambre, no es el tema de este escrito, si lo es lo que Maduro expresa en tono de burla frente a la peor crisis de alimentación de nuestra historia republicana.
Pletórico y rozagante, Maduro se ríe del nombre que el pueblo le puso al drama que vive a diario, para él pasar hambre es divertido, él ya olvidó lo que eso significa. Hoy Maduro se ríe del pueblo, ojalá no llore cuando el pueblo se ría de él en las urnas.
Diego Scharifker
Concejal de Chacao
@DiegoScharifker