El revocatorio solicitado por la tríada formada por los 112 diputados, la MUD y la sociedad civil organizada, es un reflejo del poder comitente o poder natural del ciudadano que ha venido expresándose en una gesta democrática desde el 6D por la vía de la participación política contendiente y culmina el 1S. Desde el 6D de 2015 los más de ocho millones abrazados a la Constitución, decidieron con su participación política contendiente como pulsión política genuina y suprema no atada a ningún partido, ideología, grupo de interés y/o facción, sino al sentir democrático venezolano, que debería iniciarse el proceso del revocatorio del régimen autocrático-militarista de Nicolás Maduro.
El RR nace en el voto ético, se fortalece con la gesta política democrática entre el 6D y 1S, para motorizar a operadores políticos –ya que Venezuela no cuenta con una Clase Política- a que se cubriera el trance histórico-político para la realización del RR previsto en el artículo 72 de la Constitución vigente. El voto ético del 6D y la gesta democrática del siglo XXI deben ser símbolos y arquetipos de la más estricta interpretación por quienes, por razones políticas coyunturales hoy, aparecen como operadores nacionales para la realización del RR.
El RR, queda demostrado, no puede ser negociado, no pertenece a ningún grupo, ni subgrupo o facción, por cuanto su origen surge de un voto ético entendido como valor transempírico de la ciudadanía democrática, para generar un cambio político en el país. El RR no puede ser objeto de acuerdos, diálogos o pre-diálogos entre camarillas de espaldas a la sociedad, por cuanto esto le restaría transparencia y virtud política al revocatorio en sí mismo. Demostrado queda que la trampa en la cual cayeron necios e ingenuos de la MUD, puesta por los bárbaros militaristas, ha empezado a cobrar aceleradamente desconfianza en la masa democrática venezolana.
Desconfianza motorizada por el aparato comunicacional del régimen autocrático-militarista con lo cual se pudiera comprometer en dos diferentes y peligrosas tendencias la solicitud del referendo revocatorio. La primera podría ser el desencadenamiento de parcialidades de la oposición que angustiados se acerquen a la violencia política y acaricien la explosión social; la segunda que se fracture la concepción de “unidad política” alrededor del referendo revocatorio, mientras que el CNE y Gobierno puedan ganar tiempo para frustrar el hecho legítimo y políticamente previsto por la vía de la elección para producir un cambio a través de los votos.
Desconfianza es lo que cunde hoy en ocho millones de demócratas que no pueden comprender la ingenuidad y ligereza de quienes de espalda a la política real, se han atrevido a irrespetar a ocho millones de venezolanos que siguen estando claros y ciertos sobre la necesidad política de reemplazar y desplazar a este régimen que emplea a un partido político en armas como gobierno. 17 años de militarismo obsecuente con Jefes Militares corruptos, conspiradores, amantes de la violencia y torpes pudieran ser el factor de confusión y desorientación del referendo revocatorio, con lo cual la táctica le habría ganado a la política.
Desconfianza sienten hoy ocho millones de indignados que rechazan los acuerdos y pre-arreglos subterráneos al creerse que podían representar frente a un régimen hambreador y traidor a la ciudadanía democrática del país. Esos ocho millones son quienes construyen el Ambiente Político Real, ambiente político real –estudiado y analizado por centros de investigación politológica- del cual parecieran no tienen conocimiento quienes intentan representar a los demócratas para el logro del RR. Ese ambiente político real refleja que los venezolanos están inmersos en la participación política y reclaman un nuevo funcionamiento del Estado y, por lo tanto, la violación vía acuerdos o arreglos podría bien dar paso a la violencia política. Todo ello por la ingenuidad, deshonestidad o irresponsabilidad de quienes han intentado negociar.
¡Negociadores subterráneos! despiértense… Reconduzcan su equívoco y terminen por entender e internalizar que el referendo revocatorio NO es negociable. El referendo revocatorio es una decisión ciudadana, civilista y nadie puede estar por encima de ella, mucho menos quienes pudieran aproximar arreglos temporales, aproximativos a sus intereses de espaldas al sentido único del RR, cual es el cambio político categórico.
¡Negociadores!, a partir de este entuerto doloroso, de este descalabro infantil e ingenuo, están obligados a solicitarle perdón a la ciudadanía venezolana. Perdón que hablaría de la nobleza del juicio y criterio de quienes se equivocaron, pero que mostrará también que están dispuestos a re-enrutar la energía de la gesta política para crecer y hacer cierto que los venezolanos alcancemos el referendo revocatorio. Esos mismos venezolanos estamos dispuestos a crecer hacia la resistencia civil como lo enseña la historia y la ciencia política, a objeto de que la Venezuela del siglo XXI re-instale la democracia… ¡así de simple!
Es auténtico,
Dr. José Machillanda
Director de CEPPRO
Caracas, 19/09/2016