Es una de las grandes sensaciones luego de un viaje agotador. La primera noche de descanso en un hotel, tras una ducha, las sábanas suaves, impolutas, abrazan el cuerpo para tener un sueño reparador. Hasta ahí, la situación es idílica, pero la realidad puede no serlo tanto. El Comercio
Un trabajo de investigación de un programa estadounidense realizó pruebas de limpieza en nueve de las cadenas de hoteles más importantes del mundo para determinar si es verdad que se cambian las sábanas tras la salida de un huésped.
Para esto, alquilaron una habitación, rociaron la sábana inferior con un spray invisible al ojo humano, que sólo podía apreciarse con rayos ultra violeta. Al otro día regresaban, bajo otro nombre, para ver si las habían cambiado o no. Y el resultado fue desagradable. No lo habían hecho.
Si bien la manager del hotel sostuvo que es un hecho aislado o un error del staff de limpieza, la terrible falta de higiene encendió la alarma de la comunidad sanitaria.
Los peligros de dormir en una cama sucia
Puede parecer que todo está en orden. A simple vista las sábanas lucen bien, limpias y con aroma a flores silvestres. Pero, tal como demostró el trabajo de ‘Inside Edition’, las aparencias vuelven a engañar.
María Marlowe Leverette, una experta en telas y su cuidado, explicó que dormir con sábanas sucias puede ser muy perjudicial para la salud. “Durante el sueño, todavía sudamos y liberamos aceites y fluidos corporales, por eso es posible encontrar saliva, orina, fluidos genitales y materia fecal en las fibras de las sábanas”, explicó.
Además, comentó que la este tipo de negligencia puede causar infecciones en personas con “heridas o lastimaduras” y que entre las más comunes se encuentra “el pie de atleta y otros hongos”, ya que muchas veces “son transferidos a través de las telas”.
“Limpiar de manera infrecuente las sábanas y fundas permite que los fluidos se filtren en las almohadas y colchones, que son mucho más difíciles de limpiar”, finalizó.