El falso feminismo del Madurismo, por Julio Castellanos

El falso feminismo del Madurismo, por Julio Castellanos

thumbnailjulio castellanosA diferencia del Alcalde Juan Perozo, de Dheliz Álvarez y del Diputado Juan Carlos Corro; lugartenientes del madurismo en Carabobo; quienes se han dado a la tarea de usar todo su poder de chantaje sobre medios de comunicación para convertir sus mentiras en verdades a punta de repetición, pude ser testigo de excepción durante el atentado fascista contra el diputado Leandro Domínguez (UNT), Génesis Gil (AD), Mercy de Gil (AD), y Jesús Gil (AD) registrado enTocuyito, en las afueras de la emisora Dinámica 99.9 FM,y perpetrado por un grupo de personas al servicio del gobierno. Todo fue una fría y calculada operación parapolicial destinada a la simulación de hechos punibles y el inicio de la persecución judicial contra la disidencia política.

Los organismos jurisdiccionales deberán demostrar en este caso, si tienen algo de vergüenza y abandonan sus habituales prácticas de genuflexión frente a la dictadura militar, que el Alcalde y sus bandas parapoliciales violaron la inmunidad parlamentaria de Leandro Domínguez y perpetraron acciones terroristas de amedrentamiento y difamación pública cuyos efectos morales, físicos y psicológicos tienen como víctimas a ciudadanos a los cuales la constitución vigente les concede totales garantías civiles y políticas para ejercer legítimamente la oposición a este gobierno corrupto, violento y hambreador.

Ahora bien, este caso ha permitido desnudar el supuesto feminismo exhibido por el madurismo. El Estado Venezolano ha transitado, históricamente, una vía institucional y progresiva de reconocimiento de la igualdad de género que nace en 1945 con la Revolución de Octubre, momento desde el cual se va logrando el voto de la mujer, su acceso igualitario a la educación pública y al mercado laboral, la protección de la maternidad gracias a una legislación de avanzada y, más recientemente, la protección legal ante la violencia.





Sin embargo,  dado que el régimen militar no puede, ni legal, nilegítimamente, detenernos por pensar distinto, por ser opositores a sus corruptelas, por denunciar las condiciones de explotación y miseria que viven todos los venezolanos producto de sus descarados robos al erario público, pues, proceden a simular y fabricar expedientes judiciales a los líderes de la alternativa democrática instrumentalizando ciudadanas para efectuar actos de agresión física y difamación pública.

El madurismo cree que el feminismo es un enjuague bucal que oculta su mal aliento conservador y pacato, si realmente fuesen feministas les preocupara que muchas mujeres tengan que hacer las “colas sabrosas” para adquirir alimentos o toallas sanitarias, el incremento desmedido del embarazo precoz por la ausencia de anticonceptivos y una educación sexual esencial, e incluso, finamente se hicieran eco de las exigencias de Isabel Carmona de Serra, presidenta de AD, quien pide el reconocimiento de la paridad de género en las listas electorales y proporcionar autentico reconocimiento de los derechos políticos a ese 50% de la población venezolana compuesto por mujeres.

El deseo del madurismo no es defender las reivindicaciones de la mujer, es acallar la denuncia y la protesta del pueblo. No obstante, ni eso serán capaces de lograr. El miedo a perder el poder recorre la espalda del PSUV, de este lado, solo hay esperanza, sólidas convicciones y el compromiso de reconstruir a nuestra madre Venezuela, esa mujer golpeada por el hampa, la miseria y el hambre.

Julio Castellanos / jcclozada@gmail.com / @rockypolitica