Según los anuarios de mortalidad del Ministerio del Poder Popular para la Salud (MPPS), las ECV constituyen la principal causa de muerte en el país, liderada por el Infarto Agudo de Miocardio (IAM). Cifras oficiales del ente reflejan que en 2010 se produjeron 18 mil 752 muertes ocasionadas por esta patología.
Nota de prensa
Con motivo de celebrarse el 29 de septiembre el Día Mundial de Corazón, el cardiólogo del Centro Médico de Caracas, Nissim Abecasis, reveló que cada media hora muere un venezolano a causa de las ECV. “El 45 por ciento de la mortalidad se produce en personas entre 25 y 64 años, edades de mayor productividad, dejando un impacto social y económico mucho mayor”.
De acuerdo a estadísticas del MPPS, durante el periodo 2007-2010, hubo una reducción constante del número de nuevos casos de infarto agudo de miocardio, atendidos en los 13 mil 092 establecimientos de salud que conforman las unidades de notificación del Sistema de Vigilancia Epidemiológica Nacional, de las cuales, 66 por ciento correspondían a la Misión Barrio Adentro. Sin embargo, esas cifras se contradicen con las estadísticas oficiales de mortalidad que indican aumento de defunciones por esta causa.
Los factores de riesgo prevalentes para padecer alguna ECV son hipertensión arterial, síndrome metabólico, diabetes mellitus, hipercolesterolemia, glicemia elevada, sobrepeso, malnutrición, sedentarismo, hábito tabáquico y consumo de alcohol. Abecasis declaró que en Venezuela, “no existen estudios epidemiológicos prospectivos que permitan evaluar la evolución en el tiempo de la prevalencia de los factores de riesgo, lo que impide conocer la tendencia y la carga de morbilidad atribuible a los estos factores”.
Para elevar la calidad de vida del paciente y evitar los riesgos de sufrir enfermedades cardíacas, el cardiólogo recomienda hacer ejercicios, pueden ser caminatas de 40 minutos tres veces a la semana; no fumar; disminuir el consumo de alcohol; tomar abundante agua; mantener dietas alimenticias saludables bajas en colesterol y triglicéridos, dándole gran importancia al desayuno; sustituir el azúcar por edulcorantes artificiales; disminuir las cantidades de sal; evitar el estrés; mantener un peso adecuado; y, controlar la presión arterial y niveles de colesterol.