No nos preparan para la muerte, nos preparan para ir a la universidad, para casarnos, nos preguntan que harás cuando seas grande?, Cuantos hijos tendrás?; Pero nadie te habla sobre la muerte. En la cultura occidental la muerte es algo que pasa bajo una sombra de dolor, de llanto y muchas veces negación. Algo en ella nos provoca un corto circuito y aunque la creencia generalizada es que vamos al cielo, nuestra costumbre es llorar la ausencia de este ser querido.
Personas que han vivido la experiencia de morir y regresar me cuentan que ha sido un experiencia maravillosa, sin miedo. Han visto el túnel y al final la luz, a sus seres queridos esperándolos; otros han sentido mucha paz, tanta que han querido quedarse pero les han mostrado tareas pendientes y han vuelto; en mi caso solo tuve un pensamiento cuántas cosas deje de hacer? Y luego mucha paz como un gran sueño, pero al volver y despertar y verme nuevamente aquí me hizo valorar muchísimo mas la vida. Recuerdo salir del hospital al día siguiente y ver las nubes, el cielo azul era más hermoso que nunca.
Por otro lado vivir la experiencia del final de la vida de un familiar es aterrador, buscamos culpables, lo negamos, queremos veinte opiniones de diferentes médicas a ver si el diagnostico cambia en algo, peleamos con la vida, a veces hasta con Dios. No tenemos herramientas para manejar lo que ocurre y muchas veces se convierten en un duelo para el resto de nuestras vidas.
Hoy paso por una experiencia así, y quisiera tomar la lección de amor que me da mi querida tía y compartirla con ustedes; siempre que le preguntabas Címo estás? Decía cada día mejor (no te quejes tanto). Siempre tenía una buena sonrisa a la mano (siempre ten una buena actitud), aceptaba a cada quien como era ( no juzgues), viajó y disfrutó (no esperes ser millonaria para viajar). Luego de los 60 retomó su sueño de jóven y volvió al escenario, y a la música (cumple tus sueños) .
En otras cultura como la oriental, incluso la indígena esta partida es una celebración, donde la persona ha cumplido su tiempo aquí y ahora le corresponde pasar a otras dimensiones, a otros planos de existencia, incluso a otras vidas para los que creen en la reencarnación. Lo cierto es que la muerte así como el nacimiento, está ocurriendo constantemente, de hecho algo me dice que la muerte es necesaria para la vida, cuando veo un árbol que muere para dar abono a nuevas semillas. Una persona me comentó sobre un hombre que fue muy longevo y ya estaba muy, muy triste porque había enterrado amigos, familia y algunos hijos. El ciclo natural de la vida, tiene un sentido.
En constelaciones familiares se dice haré algo bueno con lo que me diste en la vida y así te honraré … Yo le agregaría… los que nos quedamos aquí por un tiempo más, hagamoslo con amor. A eso los invito, a valorar la vida a cada instante porque no sabemos cuándo nos toca partir.
Cristina Carbonell
Directora Escuela
“Brújula Interior”
@brujulainterior