Danny Wakefield compró un girasol a una persona especial pero no salió como lo planeó, así que en lugar de dejar morir la flor, decidió regalarla a cualquier extraño que se encontrara de camino al trabajo; sin embargo, jamás imaginó que se llevaría la sorpresa de su vida.
En una cafetería vio a una completa extraña llorar silenciosamente, por lo cual, decidió alegrarle el día con el pequeño obsequio, o eso fue lo que compartió en Facebook:
“Es como si el girasol actuase como un imán hacia ella, porque en el momento que la vi supe que era a quien iba a entregárselo”.
Lo verdaderamente emotivo de la historia ocurrió cuando Danny se acercó y entregó el girasol: “Me acerqué a la mesa le dije, ‘Perdóneme. Tengo este girasol que pensaba dárselo a alguien, pero al final no lo hice, pero siento que tú también eres especial, así que quiero dártelo’. Antes de que pudiera dárselo, se abalanzó a mis brazos con lágrimas en los ojos, como si yo fuera alguien a quien había amado y perdido. Lo que me dijo después aún lo estoy tratando de superar”.
Resulta que la mujer le contó: “Estaba llorando porque su prometido falleció la semana anterior, meses antes de que se casaran. En su primera cita, él le llevó un girasol, y desde entonces, siempre le regaló girasoles porque ella era la luz de su vida. Hoy, a través de mí, él había podido mostrarle que siempre será la luz de su vida”.