La chenchena (Opisthocomus hoazin) es un ave muy común en el llano Venezolano (donde la llaman Guacharaca de Agua) y a lo largo de los ríos Amazonas y Orinoco, pero sin embargo también se puede observar en Colombia, Perú, Bolivia, Ecuador, las Guyanas y el norte de Brasil.
Maria Alexandra Garcia-Amado
Conociendo a la chenchena: algunas de sus características más fascinantes
Mide aproximadamente unos 70 cm de largo, pesa entre 700-900 gramos, es de color marrón rojizo, posee una cola larga, su cara es azul con ojos rojos y tiene una cresta de plumas en la cabeza que le da un “look” bastante particular. Habita en los bosques que se encuentran en los ríos, lagunas y lagos, pasa la mayor parte del tiempo en reposo y vive en grupos, donde constantemente están realizando llamadas de contactos que suenan como graznidos, haciéndolas bastante ruidosas y, por tanto, muy fáciles de ver.
Los hoatzins o chenchenas suelen vivir en grupos de entre 10 a 50 individuos y en la época reproductiva hacen nidadas comunales donde varios adultos y juveniles ayudan con la crianza de los pichones. Lo que llama la atención es que se reproducen en lluvias, haciendo sus nidos muy cerca del agua utilizando ramas secas, ponen entre 2 a 3 huevos de color crema con macha marrones. A diferencia de otras aves, ambos padres se encargan de la incubación de los huevos.
Otra característica muy interesante de la chenchena es su dieta, ya que es folívora, es decir que consume hojas, principalmente hojas tiernas de más de 50 especies de plantas con alto contenido de nitrógeno y bajo contenido de fibra.
Los pichones de chenchena y su eficacia eludiendo peligros
Transcurrido el período de incubación (30 días) nacen los pichones, los cuales son extraordinarios, ya que poseen unas garras en sus alas que usan hábilmente para trepar y nadar.
Pero esto no es todo, cuando los pichones de chenchena se sienten amenazados, se lanzan al agua, donde nadan y bucean para escapar de los depredadores y, posteriormente, cuando desaparece el peligro, suben al nido trepándose por las ramas usando las patas, el pico y las garras del ala, las cuales pierden cuando le salen las plumas.
Estas garras se parecen mucho a las garras que poseía el Archaeopteryx, que es la primera ave conocida, que vivió hace 150 millones de años y posee muchas características en común con algunos dinosaurios, por lo que se piensa que la Chenchena es un ave prehistórica.
Para resumir podemos decir que la chenchena vuela como ave, come como vaca, trepa como mono, nada como pez y tiene garras en las alas como los dinosaurios. Características todas que la convierten en una de las aves más raras que hay en este mundo y que los venezolanos tenemos el placer y el privilegio de observar cada vez que viajamos a los llanos, por lo que debemos conservar su hábitat para poder seguir disfrutándola.
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