Un ejército de niños deambula por las calles de Barquisimeto. Descalzos, desaliñados, con sus ropas desgastadas; en sus rostros se evidencia el hambre y sin necesidad de decir alguna palabra, el sólo hecho de mirarlos a los ojos, es suficiente para saber que llevan arrastrada una triste historia: poco cuidado paterno y mucha violencia, reseña El Impulso.
Y en eso se convirtió el panorama común de la ciudad. Están en todas partes: semáforos, parques, mercados, terminales.
Son varias las instituciones que atienden o brindan algún tipo de ayuda a los niños de la calle, pero ninguna ha podido acabar con este problema social.
Carmen de Ramos, presidenta de la Fundación del Niño de Barquisimeto, declaró en septiembre de este año que la organización había reunido a las madres de los pequeños que estaban en mendicidad y todas se negaron a intentar una vida distinta. Dijeron que era su único sustento.
Para estas madres poner a sus hijos a pedir dinero no es una explotación, es “natural”, su estilo de vida, uno al que no están dispuestas a renunciar.
Trata de personas
La mendicidad ajena es sólo una de las varias modalidades de la trata de personas. El término se refiere a la explotación del ser humano, es una forma de esclavitud. Lo sufren por igual las niñas, los niños, mujeres y hombres, tampoco distingue estratos sociales.
“Es un delito, pero no está visibilizado”, explica Sor Raisbeli, integrante de la Compañía Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, organización involucrada en una campaña contra este delito.
La trata puede presentarse en varias modalidades:
-Explotación del trabajo ajeno en donde las víctimas tienen que hacer tareas no remuneradas y en contra de su voluntad. Sor Raisbeli indica que en la mayoría de los casos, las víctimas reciben tratos inhumanos, encierros, jornadas excesivas, amenazas y castigos.
-Mendicidad ajena, cuando una persona es obligada a pedir limosna para beneficio de otros.
Es evidente que ocurre en el país y en esta ciudad, un niño de tres o cinco años probablemente no tenga el raciocinio para saber qué comprar con un billete.
-Matrimonio servil, mayormente mujeres que son explotadas en el hogar. “Ocurre mucho en el país, todavía existe una cultura machista, especialmente en las zonas rurales, donde el hombre cree que la mujer sólo debe dedicarse a hacer las cosas del hogar. Una cosa es ser ama de casa y otra hacerlo por obligación o por temor a un castigo”, dice la hermana.
El reclutamiento forzado de menores, la extracción ilegal de órganos, la explotación sexual y la pornografía infantil también son formas de trata de personas.
Investigación en Venezuela
En una investigación que las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl hicieron en 94 países, encontraron que la trata de personas es una de las mayores pobrezas mundiales. Desde julio de 2016 a julio de 2017 harán del conocimiento de la sociedad civil el flagelo de este delito.
“La intención de la campaña Hagamos ruido, hablemos de la trata, es que las personas sepan identificar las situaciones de riesgo, las adviertan, las llamen por su nombre y sepan a dónde acudir”.
Venezuela es un país fuente de tránsito y destino para personas que son sometidos a la esclavitud moderna.
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