El prestigioso e influyente diario estadounidense, The Washington Post, dedicó su editorial de ayer a la grave situación venezolana. Con el título de “How to derail Venezuela’s new dictatorship“, el equipo editorial del diario señala la urgencia que deben mostrar los países de la zona ante las tesitura claramente dictatorial del gobierno de Maduro. Leála a continuación en traducción libre del inglés por lapatilla.com
Editorial The Washington Post: Cómo descarrilar la nueva dictadura de Venezuela
Mientras la crisis política y humanitaria de Venezuela empeora, el gobierno de Nicolás Maduro, dejó claro que estaba dispuesto a destrozar lo que quedaba del orden constitucional del país con tal de detener un movimiento opositor cada vez mayor. Despojó a la Asamblea Nacional, controlada por la oposición, de sus competencias, encarceló a varios prominentes líderes e intentó frenar una campaña para activar un referéndum revocatorio presidencial constitucionalmente contemplado. Pero el impulso de la oposición continuó, por lo que la semana pasada el régimen tomó medidas definitivas : Se suspendió formalmente el proceso de referéndum, pospuso las elecciones locales y de gobernadores y prohibió a ocho líderes de alto nivel de la oposición la salida del país.
El domingo, el Congreso emitió una declaración diciendo el Sr. Maduro ha roto el hilo constitucional. Una declaración precisa – que debería provocar una reacción consecuente de Estados Unidos y de los vecinos latinoamericanos de Venezuela.
Con el referéndum la oposición perseguía una salida democrática de lo que se ha convertido en una de las peores crisis políticas y humanitarias en la historia moderna de América Latina. Un país productor de petróleo con 30 millones de habitantes, que alguna vez fue el país más rico de América del Sur, Venezuela sufre ahora una grave escasez de alimentos y medicinas, una de las tasas de homicidios más altas del mundo y la escasez crónica de energía, como resultado de la desastrosa mala gestión económica del régimen populista. Un nuevo informe de Human Rights Watch que cita cifras oficiales, muestra un aumento del 79 por ciento en la mortalidad maternal (muertes de mujeres embarazadas) de este año en comparación con el año 2009, y un aumento del 45 por ciento de la mortalidad infantil en comparación con 2013. La gran mayoría de las familias de bajos ingresos dicen que están teniendo problemas para obtener comida.
Sin embargo, en lugar de buscar la ayuda humanitaria, el régimen niega que haya crisis alguna y castiga a profesionales de la salud, a los defensores de derechos humanos y venezolanos comunes que hablan acerca de la escasez, dijo en su informe Human Rights Watch. El gobierno culpa a la oposición por lo que llama una “guerra económica” y bloquea el referéndum que podría dar a la gente irritada y hambrienta del país una salida pacífica. Las encuestas muestran que alrededor del 80 por ciento votaría revocar al Sr. Maduro si tuvieran la oportunidad.
El recurso de utilizar la represión puede provocar desórdenes: La oposición ha llamado a manifestaciones para el miércoles y ha hecho un llamamiento a los militares de no intervenir en contra de ellos. Sin embargo, el régimen puede estar calculando que puede aplastar las protestas callejeras, como lo ha hecho en el pasado. Lo que puede temer más [el régimen] es a la acción concertada de sus vecinos, como Brasil y Colombia, así como de los Estados Unidos – los cuales en virtud de un tratado regional llamado la Carta Interamericana Democrática deben tener no sólo la autoridad sino también el deber de aislar y castigar al régimen en caso de la vulneración del orden constitucional.
Hasta ahora, el gobierno de Obama ha ofrecido un soporte verbal (lip service) al referendo revocatorio, mientras que ha centrado su estrategia en la promoción de las negociaciones entre el gobierno y la oposición. Pero la iniciativa de diálogo liderada por el izquierdista ex primer ministro español José Luis Rodríguez Zapatero no va a ninguna parte, a pesar del anuncio de este lunes de una nueva reunión la próxima semana. El Sr. Maduro lo está simplemente utilizando como una pantalla de su negación de la democracia. El régimen no cambiará su curso a menos que se sienta bajo una presión mucho mayor, sea de las calles o de las sanciones externas. Si desea para atajar una aún mayor agitación en Venezuela, Estados Unidos debe coordinar una contundente acción internacional.