La oposición venezolana solicitó la intervención de Su Santidad el Papa Francisco, como condición para sentarse en una mesa de diálogo con el gobierno nacional, porque ya son perfectamente conocidos los antecedentes del oficialismo en cuanto a las tergiversaciones y manipulaciones que han hecho de cualquier conversación o acercamiento para resolver desde un clima de altura y respetando las partes, el grave conflicto político, económico, social y moral que se vive en Venezuela.
Estamos convocados por el Papa Francisco que es la institución con mayor credibilidad en el mundo a un diálogo para resolver por la vía pacífica y constitucional esta situación de confrontación y de crisis. Luego de una primera reunión exploratoria para un posible diálogo con el oficialismo, celebrada el pasado 30 de octubre, y que contó con la presencia de Claudio María Celli, enviado de El Vaticano, la Mesa de la Unidad Democrática, generó un documento donde se destaca como prioridad, la liberación de los presos políticos, la designación de nuevos rectores en el Consejo Nacional Electoral, la elaboración de un calendario electoral que establezca una ruta clara, bien sea aplicando el artículo 72 de la Constitución Nacional, referente al Referéndum Revocatorio, o a través de unas elecciones generales adelantadas. Además, todos incluso la Asamblea Nacional que es un órgano legítimo, no tenemos ningún problema en contarnos otra vez, pero lo que el pueblo venezolano exige es que se cuente Maduro, porque el problema de este país es el modelo político, económico y social que ha dirigido, es la corrupción y otras atrocidades que no se pueden tapar con un dedo y que no vamos a negociar, para eso existen instancias legales para que se encarguen de establecer responsabilidades.
Asimismo, fueron aprobadas cuatro mesas de trabajo, para profundizar en la paz, respeto al Estado de Derecho y a la soberanía nacional; verdad, justicia, derechos humanos, y el tema económico y social, funcionamiento y autonomía de los poderes públicos y respeto de sus respectivas competencias constitucionales, compromiso conjunto para mejorar las condiciones de abastecimiento de alimentos y medicinas; explorar alternativas que conlleven a la acción conjunta de los órganos del estado para atender los temas económicos más urgentes; y la disposición para que los problemas de los venezolanos se resuelvan en el marco de la soberanía nacional.
Pues bien, nos hemos fijado un plazo hasta el día 11 de noviembre para evaluar el estatus de todas estas peticiones que no son una súplica, sino un derecho constitucional que se ha venido violentando y ultrajando por parte del gobierno nacional. Esos cuatro equipos de trabajo conformados, presentarán a la plenaria de la Asamblea Nacional para esa fecha los resultados de los mismos, mientras tanto siguen en pie algunas actuaciones de lado y lado. Aquí es realmente importante resaltar que la oposición no ha suspendido el juicio político a Nicolás Maduro, lo que ha hecho es posponerlo y el ese debate continúa; la oposición no ha suspendido la calle ni la movilización. No obstante, El Vaticano nos solicitó tanto al oficialismo así como a la unidad que si nos vamos a sentar en una mesa para intentar un diálogo, hagamos una tregua e incluso nos pidieron moderar el lenguaje, que por cierto en el gobierno no han cumplido, porque Tareck El Aissami, gobernador de Aragua, cuya conducta no es de alguien sin aval moral ni de alguien que convoque a la paz sino todo lo contrario, se ha dedicado a tirotear el diálogo, porque uno de los principales líderes que el país tiene es Henrique Capriles, y este personaje nefasto se ha dedicado a descalificarlo durante todas estas horas, pareciera ser que tiene una fijación obsesiva contra el gobernador de Miranda, o que desde el gobierno, unos juegan a policías buenos y otros a policías malos.
Sí en el plazo fijado el gobierno no ha dado resultados, y continúa con la violencia política, la persecución y el amedrentamiento, de igual manera continuamos en esta lucha constitucional, pacífica pero determinante.
La Mesa de la Unidad Democrática está actuando con el más alto grado de responsabilidad en este tema. No estamos actuando para las galerías, para complacer peticiones. De ambos lados hay grupos extremadamente radicales, pero gracias a Dios son minoritarios que lejos de resolver los problemas del país, enredan más la situación y el conflicto. Ahora bien, si Nicolás Maduro cree que se va a burlar de El Vaticano, de la ONU, de la OEA, de la comunidad internacional y del pueblo venezolano, está muy equivocado porque no hemos renunciado a la calle, a la lucha social, no hemos renunciado a nuestra condición parlamentaria, ni a nuestro compromiso con Venezuela.
Nuestro llamado al pueblo venezolano es a tener confianza en el liderazgo que está al frente de esta negociación, a ser vigilantes de todas nuestras actuaciones, pero el pueblo debe estar absolutamente confiado y seguro que estamos manejando esto en función de darle la libertad a Venezuela. Aquí nadie se ha arrodillado, nadie ha reculado, nadie ha arreado banderas, al contrario, estamos actuando como tiene que ser. No queremos que este conflicto se resuelva en medio de un charco de sangre, el país quiere un cambio y lo vamos a lograr más allá de los caprichos de estos señores que hoy detentan el poder.
Ismael García
Diputado a la Asamblea Nacional
PJ-Unidad Democrática
@ismaelprogreso