El régimen autocrático-militarista de NM -que ahora se sienta en un supuesto dialogo y reconoce a la gran mayoría democrática venezolana- mostró desde el mismo momento cuando Hugo Chávez juró ante la Constitución de 1999 su incapacidad e incomprensión plena sobre lo que significa, atañe y ejecuta la política. En su juramento, Chávez expresó su “imaginario político real” el cual privilegia el hiato fuerza-violencia como idea madre para sus ejecutorias. Idea madre que se expresa con el uso de la lógica vertical y por mandato de la táctica reforzada por una ideología anacrónica y primitiva marxistoide que asimila la táctica militar… como política.
El régimen autocrático de NM desconoce a que se llama dialogo político, por lo tanto, intenta en una maroma primitiva e insensata hoy ganar tiempo, creyéndose que cambiarían las circunstancias del ambiente político real, en el cual una mayoría -que además crece a diario- está dispuesta a desalojarlos del poder. Desalojarlos del poder por corruptos, mafiosos e inmorales que han utilizado la riqueza petrolera para enmascarar unas supuestas políticas sociales denominadas misiones, con las cuales distribuyeron migajas a los venezolanos pertenecientes a las capas D, E y F que ya no le creen y que están contestes y consientes que la revolución chavista crea miseria dolor y violencia, por usar la táctica en vez de la política.
El régimen de NM usa la táctica en vez de la política, ahora representado por los violentos y farsantes que se atrevieron asaltar el Palacio Legislativo que no entienden qué es el dialogo político. Jamás lo entenderán porque el diálogo político es un proceso que intenta una aproximación de las desigualdades políticas vinculantes, que no pueden ser impuestas por una idea madre que supuestamente tiene un contenido político valorativo de carácter ideológico con ejecutoria vertical que niega los planteamientos democráticos. Los planteamientos democráticos que sí constituyen valores y forman parte de una agenda tipo-comunicativa y politológica representada por los miembros de la MUD.
El régimen autocrático-militarista hoy en diálogo, con su idea madre de la ideología marxista y su creencia de que el militarismo puede lograr un cambio social, ha confundido la política con la táctica. Ese anacronismo del militarismo, de la verticalidad y el mandato atado al imaginario político real ha hecho que prevalezca el militarismo con su noción de la heroizacion, la escaramuza de la guerra y sobre todo… arquetipos, imágenes y esquemas que consolidados como un régimen de pensamiento lo han aplicado como táctica militar en la política. El resultado ya lo tenemos todos los venezolanos, esta experiencia primitiva, anárquica, excluyente y populista -empleando la táctica en vez de la política-, ha creado la mas grave regresión político-social en Venezuela.
La táctica es una expresión para la guerra, es decir, para la destrucción, como bien lo enseña la polemología. La política en contrario como nos enseña Platón, después Aristóteles y después todos los genios hasta Rosanvallon es propicia para la construcción, abarca a todos los ciudadanos, posibilita acercar las diferencias, potencia la construcción del bienestar colectivo y sobre todo respeta la condición humana, la Constitución y el cuerpo de leyes, además la ética y el gentilicio –en este caso- del cuerpo social venezolano. En consecuencia, quienes usaron la táctica, los supuestos revolucionarios deberían empezar a comprender la razón por la cual la mayoría de los venezolanos los desprecia y están dispuestos a desplazarlos del poder, no obstante estén presentes en el supuesto dialogo.
La táctica como expresión de las ciencias militares para hacer la guerra, habla de aproximación, enganche, combate, explotación y persecución, no puede confundirse hoy -frente a la mirada escrutadora del mundo y mucho más la mirada vigilante de los demócratas venezolanos- como la forma para hacer política. De allí el fracaso y, en consecuencia, el previsto resultado para que en un acto político que tiene que ver con el diálogo termine por comprender que la decisión política constructora cívica y civilizada del Referendo Revocatorio y/o de una votación general, es el punto final de ustedes como proyecto perverso e inhumano que azotó a la República.
La táctica como política es un equívoco del militarismo primitivo insensato e irresponsable que abrazaron los golpistas del 4F y 27N que no saben de política. La táctica confunde al cuerpo societal con una institución cautiva, primitiva y alienada de la sociedad venezolana, espacio en el cual las relaciones son de superior a subalterno, olvidando la diversidad y antagonismo, virtudes excepcionales de un cuerpo social.
Desde hace 48 horas, cuando Venezuela se convirtió en el centro de atención del mundo debido al dictador Nicolás Maduro y sus acompañantes tácticos, en este momento aciago -su táctica, la táctica política primitiva propia del imaginario político real amante de la fuerza y la violencia- los muestra desnudos y propicia que se aprecie desde ya la necesidad imperiosa de darle el privilegio y la prioridad a la Política: llamar al sufragio para que con el voto comience una nueva historia en la Venezuela republicana del siglo XXI.
Es auténtico,
Dr. José Machillanda
Director de CEPPRO
Caracas, 02/11/2016