El primer ministro de Italia, Matteo Renzi, prometió hoy la reconstrucción de los municipios devastados por los terremotos, mientras que los alcaldes piden más técnicos y celeridad para asegurar las zonas y afrontar así otras posibles sacudidas, reseñó EFE.
El jefe del Gobierno aseguró que “se reconstruirá toda” la zona afectada por los seísmos, pero subrayó que esta labor no será ni fácil ni breve, sino que requerirá “tiempo y mucho esfuerzo”.
Su Ejecutivo aprobará el viernes próximo un decreto ley dirigido a “reducir los tiempos, los procedimientos y la burocracia” a la hora de afrontar este tipo de emergencias y aseguró que “hay dinero” para hacer frente a la reconstrucción sin necesidad de aumentar los impuestos.
Por otro lado y para dar respuesta a este fenómeno a largo plazo, el Gobierno prepara lo que se conoce como “sismabonus”, una serie de incentivos para impulsar la reestructuración preventiva de los edificios situados en zonas sísmicas, según medios locales.
El bono establece descuentos fiscales de hasta el 85 % para las obras que aseguren edificios, quintuplicará la inversión para aumentar la seguridad y actualizará las Normas Técnicas de Construcción.
Y es que, de acuerdo a las cifras de la Asociación Nacional de Constructores (ANCE), las zonas de alto riesgo sísmico representan el 44 % de la superficie del país y en ellas se concentra el 36 % de sus municipios y residen 21,8 millones de italianos.
No obstante, en el plazo inmediato, lo que más urge es paliar la situación que viven actualmente las más de 22.000 personas que permanecen fuera de sus casas tras los seísmos registrados en el centro del país, entre las regiones de Umbria y Las Marcas.
Según los últimos datos de Protección Civil, esa es la cifra de desplazados tras el terremoto del 24 de agosto, en el que fallecieron 297 personas, y los últimos de los pasados miércoles y domingo, en los que no se registraron muertos, pero sí cuantiosos daños materiales.
De ellas, casi 15.400 personas son asistidas en las proximidades de sus municipios: 14.000 en centros polivalentes e instalaciones “ad hoc” y más de 1.400 en albergues de la zona.
Los movimientos telúricos han dañado gravemente un centenar de municipios y muchos de ellos permanecen destrozados, como Amatrice, Accumoli, Arquata del Tronto, Visso, Ussita, Castelsantangelo sul Nera, Camerino o Norcia.
El presidente de la Asociación Nacional de Municipios (ANCI), Antonio Decaro, ha asegurado a los medios que ya han recibido 80.000 solicitudes de supervisión de casas y ha estimado que las peticiones alcanzarán las 200.000 en los próximos días.
La situación se traduce en que miles de personas desconocen cuándo regresarán a sus hogares y viven con la incertidumbre de ignorar en qué medida están dañados.
Por esa razón, Decaro se ha comprometido a pedir al Gobierno “la contratación de más técnicos” que se dediquen a asegurar el lugar, después de que varios alcaldes hayan lamentado la falta de reacción tras el sismo de agosto.
El regidor de Amandola, Adolfo Mariangeli, ha declarado que algunos edificios de su pueblo podrían haberse salvado, pero que en dos meses no recibió el permiso para apuntalarlos por parte de las autoridades competentes.
El alcalde de Tolentino, Giuseppe Pezzanesi, afirmó en un comunicado que en su localidad, próxima al epicentro, la mitad de las casas muestra desperfectos y recordó que se buscan ingenieros y arquitectos para efectuar controles de habitabilidad.
Mientras tanto, la tierra continúa temblando en la zona del desastre, un área montañosa próxima al Parque Natural de los Montes Sibilinos, a los pies de los Apeninos.
El satélite “Sentinel 1”, del programa europeo “Copernicus”, ha revelado que los terremotos de la semana pasada, el mayor registrado el domingo y de 6,5 grados en la escala de Richter, han deformado una zona de alrededor de seiscientos kilómetros cuadrados.
La virulencia de estos seísmos fue tan elevada que las montañas presentan profundas grietas y los expertos aseguran que toda la zona se ha hundido hasta setenta centímetros.
El Instituto Nacional italiano de Geofísica y Vulcanología (INGV) confirmó que la secuencia sísmica continúa activa y, desde el terremoto del pasado 24 de agosto, se han sucedido en el área más de 21.600 réplicas, de ellas 615 con una magnitud superior a tres en la escala de Richter.
Esta continuidad afecta sobremanera a una zona que vive especialmente del turismo, gracias a un patrimonio que, en muchos casos, ha quedado destrozado.
La ministra italiana de Defensa, Roberta Pinotti, anunció en la red social Twitter el envío de quinientos militares a las zonas afectadas, que se unirán a los 1.237 ya presentes y que velan por que no se produzcan robos entre las ruinas.
Y la Fiscalía de Spoleto ha abierto una investigación por presunto desastre doloso dirigida a estudiar los derrumbes, aunque por el momento no hay personas investigadas.
A la zona se desplazó hoy el presidente de la República, Sergio Mattarella, quien afirmó que el lugar “volverá a ser como antes”.