Tengo en mi teléfono celular al menos cuatro grupos de ventas de garaje, imagenes de licuadoras, secadores, camas, adornos y cualquier cantidad de línea blanca, marrón y hasta ropa y calzadosNo obstante, las personas están saliendo de todos sus bienes por más indignificante que parezcan, para poder juntar dinero y poder emigrar en busca de lo que consideran una mejor calidad de vida.
Mi mejor amiga se fue hace unos cuantos meses a Ecuador, todavía no lo supero; de igual manera mi vecina se mudó a Miami, y así muchos de mi compañeros de clases y de la vida, están en ciudades como Bogotá, Buenos Aires Y otras latitudes. Los extraño porque son gente linda que formaban parte importante de mi día a día.
Basada en esta realidad que se vive cada día con más regularidad en el país, me puse a reflexionar sobre el mensaje entre líneas de estas ventas de garaje. Todas guardan cierta melancolía, como el que se va dejando muchas otras cosas que no se pueden vender; los sueños, los recuerdos, los amigos, el país.
Para los que nos quedamos sentimos mucha nostalgia y a la vez esperanza. Dicen las Constelaciones Familiares, que este proceso de inmigración es natural y lo vivimos por amor a la historia de nuestros abuelos llegados de la post guerra, o los que buscaban mejorar su calidad de vida con el sueño venezolano.
Como recomendación a los que se van, reconciliación con Venezuela, emigrar agradecidos con la tierra que les sustentó todos estos años, seguramente abrirán mejores puertas en países extranjeros. También les sugiero tomar con amor la historia familiar, llevarla con orgullo siempre, ya que eso nos permitirá caminar con fuerza en el extranjero.
Como origen tuvimos los negros de África, los blancos españoles, a esto le siguieron muchos huyendo de la post guerra de la crisis económica de otros lugares, una gran carga genética del venezolano es de viajeros, emprendedores, comerciantes.
Miremos con amor y conciencia toda esa historia, todos esos ancestros, demos gracias por elegir esta tierra hermosa para crear nuestras familias. Reconciliemos ese pasado, con el presente. Así será más liviano el viaje para los que se van y para los que nos quedamos.
Cristina Carbonell
Directora de la Escuela de Inteligencia Espiritual
“Brújula Interna”
@brujulainterna