Entre lágrimas y rostros de tristeza, miembros de la Red Fronteriza por los Derechos Humanos dijeron hoy en una conferencia de prensa en El Paso (Texas, EEUU) que pese a la victoria de Donald Trump en las elecciones “la lucha debe de continuar”, amparados en la Constitución, reseña EFE.
Luego de conocer los resultados de la elección presidencial, inmigrantes pertenecientes a esa agrupación dijeron que ninguna decisión del ejecutivo está por encima de la Constitución y que ahora más que nunca cerrarán filas para defender sus derechos.
Algunos de los asistentes llevaban pancartas en las que manifestaban su rechazo al presidente electo Trump, con lemas como “No al racismo, no a la xenofobia, no al fascismo, sí a la dignidad”, o “Trump no nos representa”, que se ha convertido en un movimiento ciudadanos tras las elecciones de este martes.
El director ejecutivo de la organización con sede en El Paso, Fernando García, dijo que cada uno de los miembros está “listo para enfrentar el reto”.
“Lo primero para nosotros es asegurar que nuestras comunidades no van a perder la esperanza. Si algo sucedió en esta campaña fueron ataques tras ataques en contra de familias inmigrantes, creando una sensación de miedo”, aseguró García en referencia al magnate.
Mencionó que pese a que ha sido elegido un presidente que ha prometido efectuar deportaciones masivas, las familias de los trabajadores indocumentados deben de mantener la unidad y saber que les amparan sus derechos constitucionales.
“No podemos intimidarnos, no podemos dejar de hacer lo que hacemos, sino al revés, tenemos que luchar para que nuestras familias no sean separadas”, agregó.
A la conferencia, celebrada en las oficinas de la Red Fronteriza por los Derechos Humanos, asistieron cerca de 60 personas, entre ellas funcionarios públicos, representantes de organizaciones proinmigrantes y abogados de inmigración.
“Vine a Estados Unidos hace cinco años y caí en un limbo migratorio. Ni soy de aquí ni soy de allá, y por eso me uní a la red (…) pero hay una Constitución que nos respalda y nadie la puede quebrar, ni un presidente”, afirmó a Efe Iliana Núñez, de 27 años.
El abogado de inmigración Carlos Spector dijo que los llamados “soñadores”, los jóvenes que llegaron al país de manera irregular cuando eran niños, ahora temen ser deportados si Trump revoca el programa DACA (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia).
“Dos cosas son las que inmediatamente pueden hacer: uno es revocar el DACA y dos es reabrir muchos casos que han sido cerrados administrativamente, que por cuestiones humanitarias (el presidente Barack) Obama ha cerrado. Si tienen hijos ciudadanos, si no han tenido delitos, o si están involucrados en la comunidad”, mencionó.
Claudia Yoli, directora de Asuntos Comunitarios en la oficina del senador de Texas José Rodríguez, dijo que ella ha tenido el derecho de trabajar y residir en Estados Unidos gracias al programa DACA.
Una eventual revocación del programa por parte de Trump cuando asuma la Presidencia la dejará desprotegida.
Explicó que su permiso vence en mayo de 2017 y que sin él no va a poder trabajar de manera legal, lo que “puede significar deportación”, dijo Yoli, nacida en Venezuela.
Afirmó que en la Universidad de Texas en El Paso son al menos 500 los estudiantes que se encuentran en su misma situación migratoria.
El candidato republicano Donald Trump se convertirá el próximo 20 de enero en el presidente número 45 de Estados Unidos, tras su victoria electoral del martes.
Con victorias sobre su oponente demócrata Hillary Clinton en estados clave, como Florida, Pensilvania y Ohio, Trump se alzó con un triunfo que, para muchos sectores, era inesperado.
Durante su campaña, Trump prometió deportar a los 11 millones de inmigrantes indocumentados que radican en Estados Unidos y sugirió la posibilidad de eliminar la concesión de la ciudadanía por nacimiento a los hijos de padres indocumentados. EFE