Oliveros: El gobierno no tiene voluntad política ni recursos para frenar el dólar paralelo

Oliveros: El gobierno no tiene voluntad política ni recursos para frenar el dólar paralelo

Foto: La Razón
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Los economistas Henkel García y Luis Oliveros consideran que sí hay mecanismos para frenar y hacer retroceder el dólar paralelo, pero consideran que será muy difícil que el actual gobierno tome las medidas para ello.

Nota de prensa

Sobre el particular, Oliveros considera que para lograr bajar el dólar paralelo es fundamental generar confianza en el sector cambiario y para lograrlo es necesario liberar el control de cambio. No obstante, no cree que el actual gobierno asuma una medida de esa índole, entre otras cosas, porque “a algunos personeros del gobierno al parecer les gusta mantenerlo”.

Corrupción, disponer de ingresos en dólares o hacer negocios con el Estado, como importaciones, son algunas de las razones por las que esos funcionarios preferirían que se mantenga el actual sistema cambiario, según comentó Oliveros a Prensa Unidad Venezuela.

“El control de cambio no genera bienestar a los venezolanos, le genera bienestar a un grupito que se está haciendo millonario a costa de los venezolanos y de las reservas internacionales del país”, aseguró.

Agregó que es fundamental que exista voluntad política para liberar el control. “El gobierno de Maduro nunca lo va a hacer. Se necesita un cambio de gobierno de verdad y un gobierno de calidad cuya prioridad sea la gente, que no haga conciertos y rumbas por allí a costa del hambre y las medicinas de la gente. Este gobierno no está interesado en mejorar la calidad de vida”, enfatizó.

Falta de recursos

El director de la firma Econométrica, Henkel García, considera que el gobierno sí tiene instrumentos para bajar el dólar paralelo, pero para ello tendría que dar un giro de 180 grados en su política económica.

“Por ejemplo si decide aumentar las liquidaciones en Dicom eso podría tener un efecto positivo en el paralelo, tal como se hizo con Sitme y Sicad II. Eso no soluciona los problemas gravísimos de la economía venezolana, pero desde el punto de vista del paralelo podría ayudar”, dijo.

Otra medida que, en su opinión, podría adoptarse, es un proceso de legalización del paralelo y que el gobierno también interviniese en ese mercado. “Eso también podría tener un efecto de contención del paralelo. El mercado negro dejaría de serlo y se convertiría en una cotización paralela tal como teníamos en los controles anteriores. En los controles anteriores estaba, por ejemplo, la figura de permuta”, explicó.

Por ello aseguró que el gobierno tiene herramientas para manejarlo, pero para adoptarlas necesita recursos, “y eso es lo que no me queda muy seguro porque el gobierno tiene un déficit de divisas importante, lo que tampoco le permite implementar esas medidas de manera eficaz. Pero en teoría tendría las herramientas”, insistió.

También considera que los resultados ese tipo de decisiones dependen del momento en que se hagan. “Si tomas ese tipo de medidas de flexibilización de la parte cambiaria, pero lo haces en una época de crispación política, por supuesto que va a ser bastante difícil que tenga efectos positivos. Si lo hace en un ambiente de armonía social, allí podría tener algún tipo de efecto positivo”, expresó.

Fábrica de pobreza

Sobre el reciente aumento del salario mínimo, Oliveros comentó que los venezolanos prefieren que no le aumenten el sueldo con tal de que puedan mantener a raya la inflación. Destacó que el gobierno no tiene política antiinflacionaria, “por el contrario, pareciera que al gobierno le gusta y alimenta la inflación”.

“Maduro ha creado el espiral de pobreza más grande de nuestra historia, y todavía no hemos visto lo peor. El gobierno de Maduro tiene una fábrica de pobreza. La única fábrica en Venezuela que funciona las 24 horas, los 365 días del año y con una alta productividad en el gobierno de Maduro, es la de generar pobres. Cada día Maduro genera más pobres”, aseguró.

De acuerdo con sus estimaciones, la inflación a finales de 2016 podría ubicarse en 500%. “Seguramente a final de año el BCV publicará algún tipo de cifras. Hay que estar muy pendiente, porque seguramente las van a maquillar. Independientemente del maquillaje del BCV, Venezuela tiene por segundo año consecutivo una inflación de tres dígitos. Es el tercer año en el que el producto interno cae 20%. El segundo país del mundo con más alta inflación no llega a 40%. La inflación promedio de la región es de 5% y en el mundo es menor a 4%”, dijo.

Al referirse a la emisión de billetes de alta denominación considera que el gobierno prácticamente está reconociendo que la reforma monetaria de 2008 fue un rotundo fracaso. “Estoy convencido de que para la salida económica debe haber una salida política. Este gobierno no tiene interés alguno en arreglar el problema económico de los venezolanos. El gobierno no está interesado en eso, sino en mantenerse en el poder”, concluyó.

Inflación y escasez

Al consultado sobre el mismo tema, García señaló que todo aumento salarial debe ir acompañado con medidas destinadas a aumentar la producción y la productividad, porque de lo contrario el alza salarial se va en dos cosas: inflación y escasez.

Agregó que en el caso venezolano la oferta de bienes no ha venido por el incremento en la producción, que es la manera adecuada, sino por las importaciones baratas. “El gobierno vio en algún momento que había una relación entre el consumo, la cantidad de productos disponibles, y los niveles de popularidad, y lo que hizo fue utilizar de una manera muy poco ortodoxa eso”, dijo García al recordar que fue el propio Jorge Giordani, quien lo admitió.

Indicó que esa es una manera muy poco sana de aumentar el poder de compra y las consecuencias aún las estamos pagando. “Eso Giordani lo dijo más claro. Él dijo que se usaron los recursos de manera extrema y que había que hacer correcciones… A partir de 2012 casi todas, por no decir todas, las variables macroeconómicas empezaron a deteriorarse. El dólar negro, la liquidación de divisas, todo. El PIB no cayó pero comenzó a desacelerarse progresivamente. Era una economía que estaba viviendo una ficción, creada solamente para que Chávez le ganara a Capriles en ese momento”, dijo García en la entrevista Prensa Unidad Venezuela.

En cuanto a la inflación que se espera para finales de 2016, el experto estimó que se ubicará entre 530% y 550%.
Sobre la emisión de los billetes de alta denominación dijo que es una medida necesaria desde el punto de vista de las transacciones, debido a la pérdida de valor del bolívar.

García advirtió que si esos nuevos billetes no salen en diciembre, la escasez de efectivo será otro problema que tendrán que enfrentar los venezolanos “porque va a escasear el efectivo, más que el año pasado. Se va a recrudecer esa escasez. La gente debe tomar sus previsiones, porque es un mes en el que se hacen muchas transacciones, sobre todo en efectivo”.

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