El acuerdo aceptado este fin de semana por los representantes de la MUD en el proceso de dialogo es para muchos decepcionante, por decir lo menos, tanto en el fondo como en la forma. Y más decepcionante aún es el comunicado posterior tratando de defender algunos de sus aspectos con argumentos muy débiles. Los hechos inducen a pensar que en el equipo de representantes de la MUD hay múltiples carencias, entre otras, en el difícil arte de negociar, donde el orden de los puntos a acordar sí altera el producto, así como el lenguaje mismo de los acuerdos. Además hay otros elementos que han generado muchas dudas acerca de la validez de algunos de los representantes escogidos por la MUD para tan sensible tarea (¿algunos escogidos, otros auto-nombrados, unos impuestos?).
En política, como en la vida, en buena medida la percepción es la realidad.
Dadas las expectativas creadas en términos de logros y tiempos, y los “resultados” obtenidos hasta la fecha, las fuerzas organizadas en la MUD han sufrido un importante retroceso, en especial ante la percepción de muchos opositores de a pie que en forma activa y disciplinada han seguido los llamados del liderazgo, incluso en las ocasiones en que surgieron contradicciones públicas entre líderes de la MUD, generando confusión entre sus seguidores. Ahora estará por verse la disposición de la gente a seguir apoyando masivamente las nuevas directrices.
Ante esta situación, la MUD debería escuchar a sus seguidores (de ser necesario con un sondeo serio y rápido) y plantearse algunas acciones determinantes para intentar retomar la conducción del proceso de recuperación de la democracia en Venezuela, y no despilfarrar las fuerzas acumuladas. A mi juicio, la MUD debería considerar de forma urgente y definir de forma inmediata, entre otras, propuestas como estas:
• Redefinir la estructura de Dirección de la MUD con la incorporación de otras fuerzas representativas, un proceso de consulta permanente y mecanismos que permitan mejorar la toma de decisiones, la coherencia y efectividad en la comunicación. Esto requiere que los líderes actuales asuman y enmienden sus errores al respecto.
• Cambiar a todos los representantes de la MUD en el proceso de dialogo en curso, por un nuevo equipo, definiendo previamente las características requeridas para su selección y dotando al nuevo equipo de asesoría técnica especializada en negociación.
• Replantear los acuerdos que no hayan sido consultados por los afectados directos, como el caso de Amazonas.
• Retomar las acciones de protesta de calle y extender el alcance de las mismas, sin propuestas contraproducentes, que se agoten o generen expectativas irreales.
• Retomar el Juicio Político a Maduro en la Asamblea Nacional y las demás acciones de presión previstas por la MUD en la AN.
• Definir nuevos cursos de acción y un plan para recuperar la confianza y el ánimo de los opositores demócratas.
Evidentemente algunas de estas propuestas pueden implicar un replanteo de todo el proceso de dialogo, incluso su paralización y/o ulteriores atrasos en este terreno, dentro del proceso de lucha democrática que incluye otros mecanismos de acción. De ser así, este será uno de los precios a pagar por los errores cometidos, y habrá que intentar recuperar el terreno y el tiempo perdidos. Mejor tarde que nunca.
13 de Noviembre, 2016
Christian Burgazzi
@cburgazzi