Hasta hace dos o tres años uno de los paseos preferidos de quienes venían a la isla de Margarita era visitar los bulevares Guevara y Gómez, ubicados en el corazón de Porlamar, para comprar aparatos electrodomésticos, bebidas, chucherías, lencería o ropa.
Nota de Prensa
Una tras otra, las tiendas ofrecían mercancías de todo tipo a precios accesibles y competitivos. Pero ahora la situación no es la misma: no hay tanta variedad y los precios ya no son de Puerto Libre. En un recorrido realizado por el equipo de Prensa Unidad Venezuela en ambos bulevares se pudo constatar que la cantidad y gama de equipos para el hogar (línea blanca y electrodomésticos) se ha reducido. No tanto así la ropa, zapatos, bebidas y chucherías.
Prensa Unidad Venezuela intentó conocer la situación que viven los comerciantes, pero la mayoría, por temor, prefirió no declarar. No obstante, en conversaciones informales se supo que muchos de ellos ya no esperan, para diciembre, más mercancías de las que exhiben hoy en sus locales. Eso sí, todos coinciden en afirmar que para el próximo mes todos los precios sufrirán incrementos. Aun así, aspiran que para la época de Navidad, las ventas mejoren.
Llamó la atención que varios comercios están vendiendo neveras de segunda mano, es decir, usadas, aunque en buenas condiciones. Dan garantía por seis meses. Los vendedores alegan que por los precios no pueden adquirirlas nuevas, porque serían incomprables. Por ejemplo, una nevera de dos puertas con dispensador de agua y de hielo cuesta 950 mil bolívares; y de acuerdo con el encargado de uno de esos locales, nueva sale en unos 3 millones 500 mil bolívares.
Una nevera sencilla que hace dos años costaba 50 mil bolívares, ahora está en 450 mil bolívares, según comentó una de las personas que se encontraba en una de las tiendas viendo los artículos.
Otra característica que diferencia a los locales de ahora con los de hace algunos años es que algunos que solo vendían ropa, en la actualidad muestran en sus vitrinas pantalones, franelas y shorts junto con jabones de baño, champú, pastas y arroz. En otros, licuadoras, cafeteras y batidoras abren espacio a muñecas y juguetes. Sin embargo, otros conservan su ramo, en especial los de ropa y calzado.
Antes era frecuente ver productos traídos de Estados Unidos, Italia o Francia. Ahora los productos estadounidenses compiten con los de la India y Turquía.
No obstante, un rasgo común es que son pocos los negocios en los que se ve movimiento. Los más afortunados venden bebidas y productos alimenticios, la mayoría traídos de afuera y a precios dolarizados. Varios de ellos ofrecen rebajas según la cantidad de productos que se adquieran.