El parlamentario nacional Franklin Duarte considera lastimoso ver como antes Ureña y San Antonio eran pueblo prósperos, con un movimiento comercial que le había dado lugar al nombre de la frontera más viva de América Latina, y hoy día, gracias a las malas políticas del gobierno nacional y del gobierno regional se han convertido prácticamente en pueblos fantasmas, a pesar que se inicia el mes de diciembre que por tradición ha sido el mes de mayor movimiento comercial.
Nota de prensa
En un recorrido que hiciera este jueves por la zona, Duarte indicó que desde que asumió el gobierno el extinto presidente Chávez, el comercio comenzó su retroceso, porque primero fue la expropiación de las grandes industrias, las cuales por cierto ninguna está funcionando a pesar de estar en manos del Estado; luego, con la política de penalización constante y cero estímulo a la mediana empresa, éstas cerraron, quedando solo las pequeñas empresas que actualmente se han convertido en negocios familiares porque se les hace imposible mantener empleados a su cargo, y a raíz del cierre de la frontera éstas también han comenzado a desaparecer, y con el bolívar en constante declive ya comienzan a cerrar la mayoría de los comercios porque no aguantan comprar materia prima a un dólar que todos los días cambia de precio porque siempre están vendiendo a riesgo de pérdida.
— Conozco personas que tienen sus fábricas y están liquidando porque les sale mejor que comprar material para volver a producir por cuanto no saben ni a cómo pudieran vender sus productos.
En este sentido comentó que la Asamblea Nacional está investigando la asignación de dólares preferenciales a las personas vinculadas a los círculos cercanos al gobierno nacional, quienes, algunos como los gobernadores de Zulia y Táchira, se han dado a la tarea de solicitar esos dólares preferenciales para hacer “oficial” el contrabando de alimentos y medicinas, y luego venden esos productos a precio de dólar libre, lo cual además de ser un delito es realmente bochornoso, porque para nadie es un secreto que el gobierno le niega ese beneficio a empresas serias y responsables, las cuales además se someten a la inmensa cantidad de regulaciones que exige el gobierno, mientras que estas personas ni siquiera pagan impuestos por el ingreso descarado de esas mercancías.
En cuanto a la depreciación vertiginosa del bolívar, indicó que se debe al pésimo manejo que ha hecho el gobierno de la economía, por lo que no puede venir a culpar a un portal de noticias, por muy opositor que sea, del aumento del dólar, porque si la economía se moviera de esa manera entonces el gobierno debería crear una página web en la que todos los días publicara el precio del barril del petróleo a como quisiera que estuviera y todos felices.
Por eso, la navidad –manifestó Duarte- sencillamente está al otro lado de la frontera, en Cúcuta, donde a pesar de la baja del bolívar la gente sigue pasando a comprar los alimentos y medicinas que en Venezuela ya no consiguen ni haciendo las inmensas colas el día que les corresponde comprar, las cuales hace por necesidad y no por gusto como se atrevió a señalar la exsenadora colombiana Piedad Córdoba, burlándose de la tragedia que vive el pueblo venezolano por culpa del gobierno más nefasto de nuestra historia y que ella defiende con tanta desfachatez.
Es preocupante –dijo- que conocidos y amigos que antes tenían empresas productivas se hayan ido a probar suerte en otros países, y ahora muchos están haciendo trámites para hacer lo mismo porque en Venezuela es insostenible tener una empresa, porque los productos cambias de precio ya no en semanas, ni en días, sino en horas, lo cual genera mucha incertidumbre y pérdidas económicas incalculables.
Ante la crisis que se vive en la frontera, Duarte hace un llamado al gobierno nacional para que reflexione, “ya lograron lo que querían que era acabar con uno de los países más ricos de América Latina, extrajeron y robaron todos sus recursos con la mampara de una revolución que ni ellos mismos entienden, es hora que dejen al pueblo recomponer tanto deterioro dejado a su paso y permitir que la navidad vuelva a ser una época de alegría para todos y no solo para unos privilegiados que pueden ir a las islas del Caribe y comprar con dólares preferenciales todo lo que se les antoje, mientras que el resto de los venezolanos deben conformarse con las miserias que permiten ingresar al país.
“Como socialcristiano estoy convencido de la justicia divina, y más temprano que tarde Venezuela será liberada de este régimen oprobioso, y los culpables por tanto dolor y sufrimiento tendrán que pagar”.