Los que hemos permanecido aquí enfrentando democráticamente al régimen durante los últimos 18 años, seguiremos incólumes en el compromiso de vida indeclinable, como el primer día, empeñados en una lucha sin cuartel por el rescate de la Democracia, esa es la gran causa que nos anima. Convencidos que, a despecho del trabajo sucio y subversivo de los ancianos Castro, sus secuaces vernáculos, y del peso muerto de nuestro largo siglo histórico autoritario con sucesión de caudillos salvadores de la patria, mejor dicho de su peculio, gozamos a partir de 1810, por citar una fecha, de un ADN republicano, acentuado por la generación del 28 y el liderazgo civil de la revolución de octubre de 1945, una auténtica revolución que conquistó para siempre el voto popular y la alternabilidad en el poder, con contrapesos institucionales, que hoy el pranato gobernante mantiene confiscados.
Olvídense los serviles del oficialismo convertidos en meros instrumentos del imperio hambreador de los Castro, desfalcadores del tesoro público, que se niegan abandonar el poder por el robo descarado de las riquezas de un país. Tarde o temprano chocarán contra el muro de la dignidad nacional, de un pueblo sufrido, pero con raigambre democrática, mareado, timado y utilizado por el fabulador difunto de Sabaneta. Una estafa histórica que figurará como un pie de página
Los compatriotas que vuelven al país por pocos días registran la catástrofe creada por el régimen forajido, ciudades oscuras, llenas de huecos, cuyos moradores se recogen temprano debido al hampa, que miran estupefactos el vil espectáculo de gentes, antes de clase media baja, cucuruteando para ver que rescata de los basureros para comer. Ellos se marcharon porque aquí se les cerraron las oportunidades de llevar una vida con futuro, ellos afirman que cada vez que vienen a su patria reciben la inspiración de quienes no nos rendimos. Esa inspiración solo la encontramos aquí, exclaman con orgullo.
Es un exceso intolerable que golpea duramente los tuétanos del gentilicio venezolano, percatarse como se ha venido configurando un narcoestado, con fichas del entorno íntimo presidencial, uso criminal de la rampa 4, mientras niegan la entrada a la ayuda humanitaria de alimentos y medicinas.
Reconocemos y acompañamos a la Causa R, que pidió con apego a la Constitución un antejuicio de mérito. Yo creo que procede exigirle una vez más la renuncia a Maduro. Le ha causado demasiado daño al país de todos. Salieron corriendo cobardemente de la bendita Mesa de Diálogo, volvieron con su incoherencia proverbial, ya El Vaticano está en cuenta de lo que aquí sucede, la solución es la salida del régimen, ese es el único punto de la alternativa democrática para la reunión del 6D.
No más prisioneros políticos, ni exiliados!