Un nuevo estudio realizado por un equipo internacional de astrónomos sugiere que la materia oscura podría ser menos densa y estar distribuida de forma más uniforme en el espacio de lo que se pensaba, informó hoy el Observatorio Austral Europeo (ESO) desde su central en la localidad alemana de Garching.
El grupo analizó las imágenes del sondeo KiDS (Kilo Degree Survey), captadas con el telescopio de rastreo (VST) instalado en el Observatorio Paranal, en Chile, para estudiar cómo la luz de unos quince millones de galaxias distantes se ve afectada por la influencia gravitacional de la materia en las escalas más grandes del universo.
Al referirse a uno de los parámetros cosmológicos fundamentales, Massimo Viola, del Observatorio de Leiden (Países Bajos) y codirector del equipo, señaló que los resultados obtenidos indican que “la materia oscura de la red cósmica, que representa una cuarta parte del contenido del universo, es menos grumosa de lo que previamente creíamos”.
Los científicos utilizaron innovadores programas informáticos con los que llevaron a cabo una de las mediciones más precisas del efecto conocido como “esquilado cósmico”.
Se trata de una variante sutil de la lente gravitacional débil, en la que la luz emitida por galaxias lejanas es ligeramente deformada por el efecto gravitacional de grandes cantidades de materia, tales como cúmulos de galaxias.
En ese “esquilado cósmico”, no son los cúmulos de galaxias, sino las estructuras a gran escala del universo las que deforman la luz, que produce un efecto aún más pequeño.
Las imágenes captadas por el VST, instalado en el telescopio de largo alcance (VLT) del ESO, cubrían cinco zonas del cielo en un área total – la más grande jamás mapeada con esta técnica- de alrededor de 2.200 veces el tamaño de la Luna llena – lo que corresponde a cerca de 450 grados cuadrados o algo más del 1 % de todo el cielo- y que contiene unos quince millones de galaxias.
Los intrigantes resultados de los análisis realizados por los científicos son al parecer incompatibles con las anteriores conclusiones extraídas de las imágenes de la misión espacial del satélite Planck de la Agencia Espacial Europea, que tenía como objetivo estudiar las propiedades fundamentales del universo.
Konrad Kuijken, del Observatorio de Leiden e investigador principal del sondeo KiDS, coincidió en subrayar la “discrepancia interesante con la cosmología de Planck”.
“Las futuras misiones, como el satélite Euclides y el gran telescopio para rastreos sinópticos (LSST) nos permitirán repetir estas mediciones y comprender mejor qué es lo que realmente nos está diciendo el universo”, agregó.
Para Hendrik Hildebrandt, del Instituto Argelander de Astronomía en Bonn (Alemania), y también codirector del grupo, los hallazgos del grupo de astrónomos ayudarán a refinar los modelos teóricos sobre cómo ha crecido el universo durante casi 14.000 millones de años desde sus inicios hasta la actualidad. EFE