Es degradante y vergozoso el nuevo cono monetario que se va a aplicar en Venezuela a partir del próximo 15 de este mes, reseñó El Impulso.
Por Pacífico Sánchez
La opinión es del Dr. Edgar Urbáez, economista, abogado y docente universitario, consultado por El Impulso.
No se corresponde con el grueso de las transacciones que mueven la economía, tanto las familiares como las empresariales, industriales y comerciales.
Las primeras -dijo en relación a las familiares- son de una denominación menor al billete de bolívares 20 mil y las segundas, están muy encima de ese valor, de manera que no resuelve el problema transaccional. Sólo que resume el número de transacciones que ocurren en la economía y facilita en menor medida el intercambio. Pero, no resuelve los problemas fundamentales del desarrollo económico y financiero.
Hay una diferencia abismal en las denominaciones que contiene el nuevo cono monetario y que no refleja, desde luego, la economía real venezolana.
No se ajusta a lo que es verdaderamente el movimiento transaccional familiar y empresarial de la economía.
-¿Qué diferencias observa usted entre este cono y el anterior, que todavía está en vigencia?
-En cuanto a sus efectos, no hay ninguna diferencia. No se ha logrado resolver el problema, ni antes, ni ahora, ni en el futuro.
-¿Qué explicación puede dar sobre la decisión tomada por Chávez de quitarle tres ceros a las denominaciones del cono monetario y la tomada por Nicolás Maduro de aumentar los ceros?
-Las políticas económicas y financieras de ambos gobernantes, que son del mismo régimen, representan un rotundo fracaso.
-¿Qué va a pasar con los billetes que serán sacados de circulación?
-Serán recogidos progresivamente por el Banco Central y pasarán como activos en desuso. Eso es lo que se estila.
-¿Cómo podría el BCV recuperar su carácter de institución autónoma y su autoridad monetaria?
-El Banco Central, de acuerdo al artículo 318 de la Constitución, es una institución autónoma, que debe ejercer de manera exclusiva la política monetaria del país y su objetivo es lograr la estabilidad de precios y mantener el valor interno y externo del signo monetario. Ninguna de esas dos funciones han sido alcanzadas por el BCV, que se comporta como un banco más del sistema financiero, ya que la ley de su creación ha sido modificada varias veces por este régimen, que le arrebató su autonomía funcional y administrativa. En consecuencia hay una violación recurrente de la Constitución por parte del Banco Central.
-¿Este BCV no es comparable a ninguno de los bancos centrales de otros países?
-Actualmente, no. Porque no se maneja como un organismo autónomo, que fija la política monetaria del país. En consecuencia se maneja más con las acciones que en materia económica ejerce el Ejecutivo Nacional.
-¿Tendría la Asamblea Nacional que actuar para devolverle su autonomía?
-La Asamblea Nacional tiene las funciones contraloras más amplias de organismo alguno en el país. Así lo indica el artículo 187 de la Constitución, aun cuando el Tribunal Supremo le ha declarado nula en todos sus actos, incluyendo los administrativos, que son internos.
El dólar y el bolívar
-¿Cómo queda el bolívar ante el dólar estadounidense?
-En lenguaje coloquial, adolorido, dice el Dr. Urbáez. El bolívar se ha reducido en su propio valor muy drásticamente y dejó de ser referencia en países como Colombia y las islas del Caribe como lo fue antes de que llegara este régimen.
-¿Cómo quedan los que tenían dólares para revenderlos?
-El dólar es referencia mundial y pueden cambiarlo en otras monedas. Pueden darle uso diferentes, pero no lo venden en el país por la devaluación tan alta que ha alcanzado el signo monetario.
-¿En qué situación se encuentran los industriales que ya podían adquirir materia prima en el exterior, utilizando los dólares que podían obtener particularmente?
-En una situación muy dificil, porque le es aplicada la regulación de precios, a través de la Ley de Costos y Precios, la cual está muy por debajo de la estructura de costos de los distintos procesos productivos. Los industriales inucurrirían en pérdidas que los llevarían a la quiebra.