El programa de telerrealidad “El Aprendiz”, que el presidente electo de Estados Unidos Donald Trump seguirá co-produciendo, contribuyó ampliamente a convertirlo en una celebridad nacional y a forjar su imagen de empresario carismático y exitoso, reseñó AFP.
MGM Television, que produce el programa, confirmó el jueves que el magnate inmobiliario seguirá siendo el productor ejecutivo de “Celebrity Apprentice”, ramificación de la emisión original, inclusive después de su investidura el 20 de enero, algo nunca visto.
El estudio se negó a dar precisiones sobre la remuneración de Trump, pero su consejera Kellyanne Conway consideró el viernes “improbable” que acepte un pago, y recordó su compromiso de no percibir su salario de presidente.
En abril, Trump se jactó de haber ganado la bagatela de 213 millones de dólares desde el lanzamiento de la emisión, en enero de 2004. El programa tendrá en esta temporada un nuevo presentador, el actor y exgobernador de California Arnold Schwarzenegger.
Lanzado en pleno boom de la telerrealidad, “The Apprentice”, convertido en “Celebrity Apprentice”, es uno de los programas del género que ha durado.
“Pienso que su atractivo viene en parte de esta personalidad. Cualquiera que sean sus opiniones políticas, Donald Trump es un personaje intrigante”, destacó Dom Caristi, profesor de la universidad Ball State.
Desde las primeras imágenes de la emisión difundidas por la cadena estadounidense NBC, el magnate inmobiliario se presentaba a sí mismo, sentado en la parte trasera de una limusina, con música clásica grandilocuente de fondo.
“Me convertí en maestro del arte de la negociación, e hice del nombre Trump una marca de la más alta calidad”, lanzaba el futuro presidente de Estados Unidos.
Cada temporada, los candidatos, una decena al comienzo, se miden en la realización de proyectos, en general en el seno de una empresa o de una propiedad inmobiliaria de Donald Trump, que permitiría, de paso, hacer el elogio de sus actividades.
El ganador recibe un contrato de un año y 250.000 dólares en una de las empresas de Trump, y se convierte así en aprendiz del maestro. Con los años y la creación de “Celebrity Apprentice”, el concepto evolucionó y las celebridades intentan ahora recaudar fondos para una obra de caridad.
Una imagen positiva
El hombre del jopo amarillo solo aparecía en algunos momentos claves, sobre todo para la escena final, el cierre de la emisión.
En una gran sala de reunión de la Trump Tower, el magnate inmobiliario recibía a los candidatos y descartaba uno por emisión, usando la frase que se convirtió en ritual: “You’re fired!” (¡Estás despedido!).
Una puesta en escena que se asemeja al actual modus operandi del presidente electo en la formación de su gabinete: los candidatos se suceden uno a uno para entrevistas con un Donald Trump en el centro del mundo, su torre de decoraciones doradas muy años ’80, en el centro de Manhattan.
El neoyorquino se halló rápidamente como pez en el agua en esta emisión hecha a su medida por el productor británico Mark Burnett. Dominaba perfectamente la dimensión dramática de cada escena de eliminación, puntuada por largos silencios y miradas.
“Ya tenía una notoriedad nacional, pero esto le dio una gran acelerada”, dice Susan Murray, profesora de la New York University.
“La emisión le presenta bajo una luz positiva”, observa Dom Caristi. “Está en los comandos, toma buenas decisiones de negocios, se da cuenta de los errores de los otros”.
A su llegada a la campaña presidencial, en junio de 2015, Donald Trump era ya una personalidad establecida, reconocida, de imagen globalmente positiva.
Para Susan Murray, el empresario retomó en su campaña presidencial elementos ya presentes en “The Apprentice”: “clasificar a las personas en categorías muy simplistas, los ganadores y los perdedores, cuestionar a las personas individualmente y subrayar sus insuficiencias”.
Ya habituado a los medios y fanático de las relaciones públicas, Trump se benefició de 11 años ante las cámaras de “The Apprentice” y “Celebrity Apprentice” para mejorar sus habilidades a la hora de comunicar.
“Pienso realmente que su experiencia en los medios contribuyó a su éxito en esta campaña”, estimó Caristi.