Con su esposo, dos hijos, un sobrino, media docena de perros y un amigo en situación de calle, Josmar Montilla celebrará hoy la Navidad; este año no será en la plaza Danilo Anderson, donde vivió los últimos cuatro años, sino bajo un nuevo techo: el anfiteatro que construye Corpomiranda en la avenida Bolívar.
Por Daniel Murolo/ Diario La Región
“El alcalde (Francisco Garcés) me permitió vivir aquí con la condición de que limpie y cuide la obra”, reseña la mujer, quien en compañía de su esposo decoró con flores de papel el primer piso de la estructura, paralizada por falta de recurso hace algunos meses.
Narró que la semana pasada le llegó una “orden de desalojo” del lugar que consideró su hogar temporal por cuatro años, “llegaron y me dijeron que debía abandonar la plaza, les dije que nadie me movía sin que me garantizarán un techo”.
“Lo hicieron para resguardar mi vida, cosa que le agradeceré siempre a Garcés, yo le planteé que me permitieran vivir acá mientras se soluciona lo de mi casa ( …) ya mi terreno está, si Dios quiere en enero comienzan a construir mi casita”, puntualiza.
El lugar al que se mudó hace pocos días no cuenta ni con energía eléctrica ni agua potable, con cortinas y cartón acondicionó el sitio dividiendo el espacio en busca de privacidad. Cocina en un fogón de leña y cría media docena de perros que fueron abandonados.
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