Dos hombres, al parecer con unas copas de más, hacían el ridículo en las calles de Dublín, Irlanda, al imitar los movimientos del luchador de UFC, Conor McGregor, dentro del octágono, reseñó Infobae.
Sin saber lo que podría pasar comenzaron a moverse ignorando a las personas que transitaban a su lado. Sorpresivamente un Chrysler negro se detuvo para observarlos sin que ellos se percatarán.
Lo que pasó fue una sorpresa total, y sin duda el mejor regalo de Navidad que los fanáticos pudieran haber pedido. Increíblemente el copiloto de ese auto era, nada más ni nada menos, que Conor McGregor.